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Historia Dominicana II - Trabajo Final, Assignments of Philosophy of Law

Historia Dominicana II - Trabajo Final

Typology: Assignments

2019/2020

Uploaded on 12/16/2020

emely-espaillat
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Download Historia Dominicana II - Trabajo Final and more Assignments Philosophy of Law in PDF only on Docsity! Historia Dominicana II La Tercera Republica La Dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. El Gobierno de Juan Bosch. La  Guerra de Abril del 1965. Félix Joel Crucey Crucey Universidad Abierta Para Adultos ASIGNATURA Historia Dominicana II TEMA Trabajo Final PARTICIPANTE Felix Joel Crucey Crucey MATRICULA 15-9044 FACILITADORA Yomali Jiménez Rafael Trujillo era un dictador cruel quien perseguía y torturaba a sus opositores junto con los militares. El dictador mantuvo el control del cuerpo de oficiales a través del miedo. Se dice que Trujillo usaba varios métodos brutales de tortura, entre otros la silla eléctrica y sanguijuelas (en finés iilimato). También se dice que tiraba los cuerpos de sus opositores en el mar para que desaparecieran fácilmente. Durante su dictadura, Trujillo era responsable de la muerte de más de 50.000 personas. Trujillo tenía los apodos “El Jefe” y “El Benefactor” Durante la presidencia de Trujillo, otros países vecinos criticaban la política de Trujillo y la dictadura. Después de la masacre de 1937, los terrores del dictador eran aún más visibles al mundo exterior. Varios países exigieron que Trujillo renunciara a su cargo y la República Dominicana fue aislado de los acuerdos y de las organizaciones internacionales poco a poco en los años 50. Se sabe también que durante las décadas, había varias conspiraciones entre los dominicanos exiliados y los países vecinos. Hubo varios intentos de golpes de estado, pero no lograron a llegar hasta la destitución del presidente antes del año 1961. El 30 de mayo de 1961 una conspiración junto con el CIA de los Estados Unidos consiguió atacar contra Trujillo y asesinarle. Según una fuente (el podcast de Yle Puhe) Trujillo estaba viajando para ver su amante cuando los conspiradores atacaron y Trujillo murió a las 29 balas tiradas hacia él. Inmediatamente, su hijo Ramfis llegó al poder para unos meses antes de que los EE.UU. desterraron toda la familia de Trujillo de la República Dominicana. En la Era de Trujillo, las libertades civiles eran inexistentes y los derechos humanos fueron violados constantemente. Varias fuentes describen la situación del país como “un estado de pánico donde una muerte podía ser encubierta como un accidente y donde cualquier persona sindicada como desafecta podía ser encarcelada y torturada”. Sin embargo, si queremos buscar algo positivo de la Era de Trujillo, las fuentes dicen que Trujillo fundó numerosas escuelas prestando atención en la educación y en la alfabetización del pueblo. Entonces Trujillo no empobreció su país de la misma manera que su colega vecino, Francois Duvalier en Haití. El Gobierno de Juan Bosch. El 27 de febrero de 1963, hace exactamente 54 años, Juan Emilio Bosch Gaviño asumió como presidente de la República Dominicana. De esa manera el reconocido intelectual quien para la fecha poseía una vasta obra literaria, principalmente en el campo de la cuentista encarnó la decisión de la mayoría de su pueblo, que lo escogió el 20 de diciembre de 1962 como el primer presidente democráticamente electo en ese país, luego de tres décadas de feroz dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Como candidato del Partido Revolucionario Dominicano prácticamente arrasó en esos comicios, propiciando además que su agrupación alcanzara 22 de los 31 escaños del Senado y 49 de los 74 puestos de la Cámara. La llegada de Juan Bosch a la más alta responsabilidad estatal luego de permanecer casi 25 años en el exilio, 19 de los cuales transcurrieron en Cuba abrió un camino de esperanza para la sufrida nación quisqueyana. Ese sendero no cristalizó, desafortunadamente, a partir de la oposición de los sectores más retrógrados de la oligarquía, en contubernio con la cúpula militar y la alta jerarquía de la iglesia católica, quienes conspiraron aún antes de su investidura para impedir que se desarrollaran las transformaciones propuestas por él durante la campaña electoral. Apenas siete meses después, el 25 de septiembre, dichas fuerzas, en complicidad con la embajada yanqui tal como ha sucedido en infinidad de ocasiones mostraron su verdadero rostro y lograron sacar del poder a Bosch, cercenando así la posibilidad de consolidar un programa de carácter nacionalista y democrático, cimentado desde una amplia participación popular. En realidad la asonada golpista fue una de las fases de una operación mucho más abarcadora contra la figura del insigne intelectual. La primera consistió en impedir por todos los medios que éste se impusiera en los sufragios convocados. En ella desempeñó un papel preponderante una parte de la jefatura clerical, la cual formuló múltiples acusaciones en su contra. La segunda etapa, encaminada a que Bosch no asumiera la presidencia, no se materializó por diversos motivos, dando paso a la tercera la cual tuvo como aspiración cardinal imposibilitar que el destacado intelectual concluyera su mandato. La cuarta, epílogo del tenebroso plan, se concibió en dos partes: eliminar en lo inmediato las conquistas sociales alcanzadas por el pueblo en aquellos meses, incluyendo la Constitución promulgada, y garantizar, valiéndose de cualquier medio, que su líder no retornara al gobierno. Aquí se insertó la invasión estadounidense de 1965 para abortar la Revolución de Abril, movimiento encabezado por un grupo de militares dignos, entre ellos el coronel Francisco Caamaño, que enarboló como uno de sus propósitos cimeros restablecer a Bosch en el mandato otorgado antes por el pueblo. A partir de ese momento el lúcido pensador se consagró por entero a una profunda labor pedagógica y social, asentada en la investigación y divulgación histórica, enfocada en el crecimiento de sus conciudadanos y orientada hacia la lucha política. Por tales razones, prácticamente abandonó desde ese instante su producción literaria previa. Lo distintivo en su caso es que dicha labor la emprendió desde un arduo proceso de investigación y profundización en nuestras raíces históricas, económicas y políticas. En esas pesquisas, en las que se interrelacionan numerosos saberes, el conocimiento histórico es la piedra angular que le da forma y sentido a sus análisis, a través de los cuales adquiere toda su magnitud la lucha de los pueblos caribeños ante las apetencias imperialistas. Acrisoló, en otras palabras, una visión profunda de la historia, en la que concepciones como el Gran Caribe, el imperialismo, y el Caribe como frontera imperial, poseen enorme significación y vigencia. En esta línea sus libros De Cristóbal Colón a Fidel Castro. El Caribe frontera imperial y El Pentagonismo sustituto del imperialismo constituyen obras clásicas, las cuales son permanentemente revisitadas por estudiosos de toda la región. “No basta tener ideas; hay que hacerlas realidad en lo grande y en lo minúsculo.” Juan Bosch La vida azarosa de Juan Emilio Bosch Gaviño es digna, como la del resto de los patriotas continentales, de una novela o de ser llevada al celuloide. Hijo del catalán José Bosch Subirats y de la puertorriqueña Ángela Gaviño, vino al mundo en predios de La Vega, en la República Dominicana, el 30 de junio de 1909. Fue un niño inquieto, con marcada inclinación por la lectura si bien, como el resto de los infantes de la pequeña comunidad rural de Río Verde, donde vivió durante la infancia, estaba en contacto con la naturaleza y participaba de los juegos predominantes en la época. La Guerra de Abril del 1965. La Guerra Civil estalló el 25 de abril de 1965. El líder militar constitucionalista fue el coronel Francisco Alberto Caamaño. De inmediato, jóvenes pertenecientes a grupos de izquierda y seguidores del líder del PRD, se unieron al movimiento, organizando en la capital guerrillas urbanas. Uno de sus objetivos era, además del regreso de Bosch, la destrucción del aparato militar trujillista, intacto después de la muerte del dictador y protegido durante el Consejo de Estado y el Triunvirato. Los tres primeros días fueron de intenso combate. Las fuerzas constitucionalistas preparaban el ataque a San Isidro, bastión del otro grupo militar. Todo quedó en preparativos, a pesar de que se libraron intensas batallas frente al Puente Duarte, único punto por el cual la ciudad podía ser atacada por el grupo de san Isidro. El presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, envió el 28 de abril de 1965 a más de 40,000 marines norteamericanos a tierras dominicanas con el pretexto de proteger vidas y bienes de los ciudadanos de los Estados Unidos. El movimiento en contra del Triunvirato y la política de Donald Reid Cabral, que buscaba perpetrar un golpe de Estado, desembocó en una Guerra Civil de graves consecuencias. La Intervención Norteamericana de 1965 tiene también explicaciones de orden geopolítico. La Revolución Cubana se había fortalecido. Existía el peligro de la internacionalización de los focos guerrilleros para expandir la revolución socialista. Recordemos que para esa época, estaba también la escalada bélica en Vietnam. Parecía que la misión de los Estados Unidos era la de convertirse en el principal luchador contra las fuerzas comunistas del mundo. La presencia de los marines norteamericanos fortaleció al grupo militar que enfrentaba a los constitucionalistas. La ciudad de Santo Domingo quedó virtualmente dividida en dos mitades. De mayo a septiembre de 1965 el país contó con dos gobiernos militares: el Gobierno Constitucionalista, cuyo presidente era el coronel Francisco Alberto Caamaño, y el Gobierno de Reconstrucción Nacional, a cuya cabeza estaba el general Antonio Imbert Barreras, uno de los organizadores del complot que perpetró la muerte de Trujillo y declarado anticomunista. Los enfrentamientos prosiguieron a lo largo de esos meses. La Guerra de Abril no terminó por la acción militar, sino gracias a la diplomacia internacional. La Organización de Estados Americanos (OEA) jugó un papel estelar. En agosto de 1965 se iniciaron formalmente las negociaciones. El 3 de septiembre de ese año se firmó el Acta de Reconciliación Nacional. Ambos Gobiernos acordaron renunciar y elegir un Gobierno Civil provisional que estaba presidido por Héctor García Godoy. Otros acuerdos fueron: la celebración de las elecciones en 1966, la declaración de una amnistía general, el desarme de los civiles y el retiro de los militares norteamericanos. Además del Acta de Reconciliación, se firmó el Acto Institucional, especie de constitución para elegir el lapso entre el cese de las hostilidades y la toma de posesión del nuevo Gobierno Constitucional. La tarea de organización de las elecciones fue cumplida por el presidente García Godoy. Se abogaba por la instauración de un gobierno democrático, pero existía entre los sectores de poder de que Bosch pudiese retornar, al resultar ganador de la contienda electoral. Se asomaba de nuevo el fantasma del comunismo y el peligro de una nueva Cuba en el Caribe, esta vez instalada por vía democrática. Había que hacer algo. Los sectores de poder apostaron al Partido Reformista, que lideraba Joaquín Balaguer. El Partido Revolucionario Dominicano. Organización política fundada por Bosch, su candidato presidencial para esas elecciones, debió sufrir las consecuencias de no haber sido elegido como favorito de los sectores que parecían decidir los destinos del país. Durante los meses que duró el proceso, el flujo de masas, la algarabía popular por participar en la contienda electoral, se vio afectada por la represión. Se afirma que durante el proceso más de 300 dirigentes del PRD fueron asesinados, como una forma de advertencia. La vida del líder de ese partido peligraba, teniendo que hacer campaña política desde su casa y haciendo uso de la radio. Joaquín Balaguer ganó los comicios, iniciando el periodo conocido como Los Doce Años de Balaguer. Una vez más Bosch Partió al exilio. Sang Ben, Mu-Kien Adriana. Historia Dominicana: ayer y hoy.-- Santo Domingo: Susaeta, 1999, P.165-167. CONCLUSION La Tercera República de la República Dominicana abarca desde el 12 de julio de 1924 con la salida de las tropas estadounidenses tras el fin de la primera ocupación estadounidense, hasta el 28 de abril de 1965 con el desembarco de las tropas estadounidenses tras el inicio de la Guerra de abril de 1965 y la posterior segunda ocupación estadounidense. Este período también es conocido como la Era de Trujillo, por la fuerte influencia que ejerció en gran parte de estos 31 años el régimen trujillista.