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Examenes selectividad Com Valenciana resueltos, Exámenes selectividad de Historia de España

Varios examenes de la PAU o EVAU de la Comunidad Valenciana resueltos

Tipo: Exámenes selectividad

2020/2021

Subido el 24/01/2022

tediursa
tediursa 🇪🇸

4.5

(27)

12 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Examenes selectividad Com Valenciana resueltos y más Exámenes selectividad en PDF de Historia de España solo en Docsity! SELECTIVOS HISTORIA DE ESPAÑA 2010-2021 SOBRE TEMAS DE LA SEGUNDA EVALUACIÓN FLORENTINA TEODORA ANGHEL 2BACHZ PROVES D’ACCÉS A LA UNIVERSITAT PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD CONVOCATÒRIA: JUNY 2019 CONVOCATORIA: JUNIO 2019 HISTÒRIA D’ESPANYA HISTORIA DE ESPAÑA BAREMO DEL EXAMEN 1. Describa el tipo de fuentes utilizadas (1 punto). 2. Identifique las ideas principales de los textos, situándolos brevemente en su contexto histórico y en el bloque temático correspondiente (2,5 puntos). 3. Exponga a grandes rasgos los conceptos de “dictadura militar” y “gobierno constitucional” (2 puntos). 4. Analice las causas que provocan el golpe de estado de septiembre de 1923 y exponga las principales fases y características de la Dictadura de Primo de Rivera. Utilice para ello los textos propuestos (2,5 puntos). SEGUNDA OPCIÓN Documento 1 “Españoles: ha llegado el momento, para nosotros más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad…), de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos, amando a la Patria, no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso (…). ¡Viva España y viva el Rey! No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos, depreciación de la moneda (…), sospechosa política arancelaria (…), rastreras intrigas políticas tomando por pretexto la tragedia de Marruecos, incertidumbre ante este gravísimo problema nacional, indisciplina social (…), impune propaganda comunista, impiedad e incultura, justicia influida por la política, descarada propaganda separatista, pasiones tendenciosas alrededor del problema de las responsabilidades (…). No venimos a llorar lástimas y vergüenzas, sino a ponerlas pronto y radical remedio, para lo que requerimos el concurso de todos los buenos ciudadanos. Para ello (…), se constituirá en Madrid un Directorio inspector militar con carácter provisional, encargado de mantener el orden público y asegurar el funcionamiento normal de los Ministerios y organismos oficiales.” Miguel Primo de Rivera, Manifiesto al país y al ejército, 13 de septiembre de 1923. Documento 2 “Ya sabes por qué me marché: para evitar la sangre en las calles. Y ya sabes, también, por qué no abdiqué: mis derechos a la Corona de España pertenecen a mis antepasados y a mis descendientes (…). Podré haberme equivocado alguna vez; pero en mis posibles errores sólo he pensado en el bien de España. Acepté el hecho consumado de la Dictadura porque creí que era esa la voluntad de la mayoría del país, cuando la pedían a gritos y la recibieron con alborozo los mismos que años después me han acusado injustamente de haberla traído. La sustituí por un Gobierno constitucional, dispuesto a que el país se manifestase en los comicios, cuando comprendí que así lo reclamaba la opinión pública. Y no me he resistido a Creía que era suficiente la buena voluntad, la honradez y el patriotismo para gobernar en un país; desconfiaba de los políticos y odiaba a los partidos. La dictadura de Primo de Rivera se divide en dos fases. La primera etapa es el Directorio militar (1923 - 1925). La Dictadura se presentó como una solución provisional, para poner orden y solucionar los problemas de España. Era una dictadura autoritaria y las primeras medidas fueron: la suspensión de la Constitución de 1876 y de los derechos constitucionales, la disolución de las Cortes y el establecimiento de un Directorio militar, presidido por Primo de Rivera, encargado de gobernar el país. El dictador concentraba a las suyas manos todos los poderes. Primo tuvo mano dura con las huelgas, los sindicatos y el nacionalismo catalán. En 1924 formó la Unión Patriótica (UP), su partido político y el único legal, con un programa regeneracionista. A finales de 1925 decidió cambiar la composición del Directorio. La segunda etapa es el Directorio Civil (1925-1930). Primo quiso permanecer en el poder e institucionalizar la dictadura un régimen. En diciembre de 1926 entraron 6 civiles en el Directorio. En 1927 se constituyó la Asamblea Nacional Consultiva, pero fracasó rápidamente. Entre las realizaciones del régimen destaca su política económica, llevada a cabo por el ministro Calvo Sotelo. Hubo un fuerte intervencionismo estatal controlando todos los sectores productivos. PROVES D’ACCÉS A LA UNIVERSITAT PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD CONVOCATÒRIA: SETEMBRE 2011 CONVOCATORIA: SEPTIEMBRE 2011 HISTÒRIA D’ESPANYA HISTORIA DE ESPAÑA BAREMO DEL EXAMEN 1. Describe el tipo de fuentes utilizadas, sobre todo el primer texto (1 punto). 2. Identifica las ideas principales de ambos textos, situándolas pertinentemente en el núcleo temático correspondiente (2,5 puntos). 3. Explique, a grandes rasgos, los conceptos «absolutismo» y «liberalismo» (2 puntos) 4. Describa la crisis del Antiguo Régimen, incidiendo en el Sexenio Absolutista y el Trienio Liberal. Utilice para ello los textos a comentar (2,5 puntos). 5. Desarrolle brevemente el absolutismo en el primer tercio del siglo XIX, relacionándolo con los acontecimientos de la Europa del momento así como los de la América hispana (2 puntos) PRIMERA OPCIÓN Documento 1 [...] Del número de los españoles que se complacen al ver restituido a V.M. al trono de sus mayores, son los que firman esta reverente exposición, con el carácter de representantes de España. Más como en ausencia de V.M. se ha mudado el sistema que regía al momento de verificarse aquélla, y nos hallamos al frente de la Nación en un Congreso que decreta lo contrario de los que sentimos [...] El (remedio) que debemos pedir, trasladando al papel nuestros votos y el de nuestras provincias, es con arreglo a las leyes, fueros, uso y costumbres de España. Ojalá no hubiese materia harto cumplida para que V.M. repita al Reino el Decreto que dictó en Bayona (ordenando la convocatoria de Cortes), y manifieste (según la indicada ley de Partida) la necesidad de remediar lo actuado en Cádiz, que a este fin se proceda a celebrar Cortes con la solemnidad y en la forma que se celebraron las antiguas; que entre tanto se mantenga ilesa la Constitución española observada por tantos siglos, y las leyes y fueros que a su virtud se acordaron; que se suspendan los efectos de la Constitución y Decretos dictados en Cádiz, y que las nuevas Cortes tomen en consideración su nulidad, su injusticia y sus inconvenientes [...] Manifiesto llamado “de los Persas” presentado al rey Fernando VII por sesenta y nueve diputados de las Cortes (12 de abril de 1814) Documento 2 [...] me habéis hecho entender vuestro anhelo de que restableciese aquélla Constitución que entre el estruendo de las armas hostiles fue promulgada en Cádiz el año de 1812, al propio tiempo que con asombro del mundo combatíais por la libertad de la Patria [...] He jurado esa Constitución por la cual suspirabais y seré siempre su más firme apoyo. Ya he tomado las medidas oportunas para la pronta convocación de las Cortes [...] Marchemos francamente, y YO el primero, por la senda constitucional, mostrando a la Europa un modelo de sabiduría, orden y perfecta moderación en una crisis que en otras Naciones ha sido acompañada de lágrimas y desgracias; hagamos admirar y reverenciar el nombre Español, al mismo tiempo que labramos para siglos nuestra felicidad y nuestra gloria. Manifiesto del rey Fernando VII (10 de marzo de 1820) 1) Nos encontramos con dos textos políticos de tipo público, dos fuentes primarias fechadas en 1814 y 1820, durante el reinado de Fernando VII. Se trata, respectivamente, del “Manifiesto de los Persas”, que dará pie al monarca para reimplantar el absolutismo en España, y del Decreto por el que, seis años después, abrirá el paso a una monarquía constitucional. El primer documento como manifiesto, tiene carácter político, la autoría del texto es colectiva con destinatario privado, va dirigida al monarca. En el segundo documento por su forma, el fragmento del texto es histórico-circunstancial y tiene un carácter político, el autor de este es el monarca Fernando VII, y el destinatario es colectivo ya que hace referencia al conjunto de la Nación española. 2) 1 doc: Este texto es un documento perteneciente a la época del reinado de Fernando VII a su vuelta a España en 1814. Recibido con entusiasmo, el Rey pronto manifestó cuáles eran sus intenciones respecto a los cambios acaecidos en el paí s en su ausencia. Este fue aclamado por una población que seguí a viendo en él a un auténtico salvador. El apoyo de la nobleza y el clero absolutistas se expresó en el documento que en Valencia habí an entregado al Rey un centenar de diputados reaccionarios, conocido como el “Manifiesto de los Persas”. Se reclamaba la vuelta al sistema del Antiguo Régimen y a la situación de partida de 1808. Se reivindicaba el carácter ilimitado del poder del Rey, se defendí a la Alianza del altar y del trono, divisa que pasó a significar la unidad entre los estamentos privilegiados y la Corona para detener cualquier cambio en el sistema social y polí tico. Y se aseguraba la existencia de una supuesta conspiración de liberales, masones y afrancesados para acabar con la Monarquí a. El tema central del texto es el deseo de la nobleza y del clero por volver al Antiguo Régimen y las principales ideas hacen referencia a los beneficios del Antiguo Régimen y la necesidad de abolir la obra legislativa de Cádiz junto con la Constitución. 2 doc: Tras su vuelta al trono, Fernando VII, mediante el Real Decreto de 4 de mayo de 1814, anuló la Constitución y las leyes de Cádiz y anunció la vuelta al absolutismo. Pero los gobiernos del rey fueron incapaces de dar respuesta a los problemas que acaecían en un país destrozado por la guerra y que, además, la implantación del liberalismo había cambiado la mentalidad de muchos grupos sociales.Asimismo, la pasividad del ejército, la acción de los liberales Aún así mantuvieron los lazos con las Cortes de Cádiz de 1812 enviando representantes. Todos los esfuerzos por la independencia fueron inútiles porque cuando Fernando VII volvió al trono, todas las colonias volvieron a unirse a la Corona española. La vuelta al absolutismo 1814-1823 provocó el levantamiento de militares que rápidamente derivaron otra vez hacia posturas independentistas entre los criollos porque querían conseguir lo mismo que las colonias inglesas ya que las colonias de Inglaterra consiguieron la independencia y se convirtieron en los Estados Unidos. Entre los caudillos independentistas sobresalen las figuras de San Martín y Bolívar. Las guerras de independencia siguieron una trayectoria compleja y culminaron con la derrota española en Ayacucho en 1824. Esta batalla puso fin a la gobernación española en América. Sin embargo, Simón Bolívar planteó la alternativa de la unidad americana tras el fin del imperio hispánico, pero las mezquindades de los nuevos dirigentes, el atraso económico y las dificultades de comunicación, llevaron al fracaso el ideal bolivariano y a la fragmentación política de la América hispánica. PROVES D’ACCÉS A LA UNIVERSITAT PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD CONVOCATÒRIA: JULIOL 2013 CONVOCATORIA: JULIO 2013 HISTÒRIA D’ESPANYA HISTORIA DE ESPAÑA BAREMO DEL EXAMEN 1. Describe el tipo de fuentes utilizadas en los textos. (1 punto) 2. Identifica las ideas principales de los textos, situándolas en su contexto histórico y el núcleo temático correspondiente. (2,5 puntos) 3. Explica los conceptos “golpe de Estado“ y “directorio militar”. (2 puntos) 4. Explica las causas del golpe de Estado y la reorganización política posterior (2,5 puntos). SEGUNDA OPCIÓN Documento 1 “Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso […]. Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de rebeldías mansas, que, sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que está recia y viril a que nos lancemos por España y por el Rey […]. No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de la moneda; francachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria […] porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando por pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbre ante este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace al trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agraria e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida por la política; descarada propaganda separatista […]”. Manifiesto del Golpe de Estado, 13 de septiembre de 1923. Documento 2 “Resulta, por tanto, preciso empezar por referirse a la situación existente en España en el momento del golpe de Estado de Primo de Rivera. Con ello entramos ya en una cuestión que ha sido objeto de polémicas entre los historiadores: la de hasta qué punto cuando llegó al poder Primo de Rivera interrumpió una evolución que se estaba produciendo en sentido liberal y reformista (en palabras de Raymond Carr, el dictador “estranguló a un recién nacido”; juicios semejantes pueden encontrarse en Shlomo Ben Ami) o, por el contrario, no hizo sino desplazar del poder a una solución que se había arrumbado a sí misma en los meses en que había ocupado el poder sin engendrar, por otra parte, ninguna esperanza. Aunque la primera opinión haya contado con el apoyo de eminentes historiadores, lo cierto es que en los últimos tiempos se ha producido ya un consenso entre los especialistas a favor de la segunda interpretación”. Javier Tusell: “La conspiración y el golpe de Estado de Primo de Rivera (septiembre 1923)”, en Working Papers/Estudios. Instituto Juan March, Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales, abril de 1991. 1) Nos encontramos ante dos fuentes históricas. La primera de ellas es una fuente primaria, al tratarse de un documento perteneciente a la época de los hechos que describe. La naturaleza de este es circunstancial-política, al tratarse de un manifiesto, y el autor del mismo es Miguel Primo de Rivera. Además, el destinatario de dicho manifiesto es público, pues este va dirigido a toda la nación española, teniendo, como principal intención, justificar el Golpe de Estado de Primo de Rivera de 1923 ante todos y cada uno de los españoles. Por otra parte, el segundo de los documentos es una fuente secundaria, al haber sido escrita con posterioridad a los hechos que narra. La naturaleza de esta es historiográfica, al haber sido elaborada posteriormente por un determinado historiador, en este caso Javier Tusell (autor). Además, el destinatario de este documento es, público, y la intención principal de este es saber cómo el Golpe de Estado Miguel Primo de Rivera afectó a la corriente reformista que previamente se había ido extendiendo por el país. 2) En relación al contexto histórico de ambas fuentes, y a su correspondiente núcleo temático, podemos decir que ambos documentos pertenecen al periodo de La Restauración y sus crisis (1875-1931), pero, más concretamente, a la Crisis del Sistema de la Restauración (1902-1931). Además, a esto hay que añadir que ambos documentos hablan de los sucesos acontecidos en 1923, momento clave en el país al ser realmente el año en el cual acabó la crisis del sistema de la Restauración. El primer documento, manifiesto realizado por Miguel Primo de Rivera en 1923, justifica, como he dicho antes, su Golpe de Estado. Para ello, el dictador comienza culpando de desgobierno a los distintos políticos y partidos tradicionalistas característicos de la Restauración: régimen en el que se había apoyado el país en los últimos años. Miguel Primo de Rivera afirma, tal y como describe el primer documento, que tan solo se podría salvar a España liberándola de “dichos profesionales de la política”, culpabilizando a estos, tal y como podemos leer en el documento, de la inestable situación en la que estaba el país desde la crisis del 98, al haber mantenido dicho sistema de la Restauración, con sus caciquismo y su gran corrupción electoral. Es, por esta razón, por la cual cosa el autor del documento dice que los anteriores políticos habían encaminado a España a un fin “trágico y deshonroso”. Además, en dicho documento, el autor también defiende que a partir de ese Golpe de Estado todas las responsabilidades caerán en su persona, y que no existe, además, ninguna necesidad de justificar dicho golpe, pues piensa que el pueblo lo llevaba pidiendo indirectamente durante mucho tiempo debido al gran número de asesinatos que se habían producido, a la grave situación económica en la que se hallaba el país, a la poca unidad nacional que existía, a la gran falta de orden público que prevalecía y a la gran conflictividad obrera presente en aquel entonces. El segundo documento, por el contrario, se plantea como influyó el Golpe de Estado del militar sublevado en la corriente regeneracionista que se había ido extendiendo previamente. El historiador Tusell, autor del documento, plantea dos opciones. En la primera de ellas, el historiador defiende que el proceso de regeneración de la vida política se había visto interrumpido por dicho Golpe, evitando que se produjese el progreso que esta corriente planteaba en la sociedad. Por el contario, la PROVES D’ACCÉS A LA UNIVERSITAT PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD CONVOCATÒRIA: JULIOL 2013 CONVOCATORIA: JULIO 2013 HISTÒRIA D’ESPANYA HISTORIA DE ESPAÑA BAREMO DEL EXAMEN 1. Describe el tipo de fuentes utilizadas, sobre todo el primer texto (1 punto). 2. Identifica las ideas principales de ambos textos, situándolas pertinentemente en el núcleo temático correspondiente (2,5 puntos). 3. Explica los conceptos “golpe de Estado“ y “directorio militar”. (2 puntos) 4. Explica las causas del golpe de Estado y la reorganización política posterior (2,5 puntos). 5. Compara este golpe con otras asonadas militares anteriores y posteriores. (2 puntos) SEGUNDA OPCIÓN Documento 1 “Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso […]. Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de rebeldías mansas, que, sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que está recia y viril a que nos lancemos por España y por el Rey […]. No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de la moneda; francachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria […] porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando por pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbre ante este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace al trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agraria e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida por la política; descarada propaganda separatista […]”. Manifiesto del Golpe de Estado, 13 de septiembre de 1923. Documento 2 “Resulta, por tanto, preciso empezar por referirse a la situación existente en España en el momento del golpe de Estado de Primo de Rivera. Con ello entramos ya en una cuestión que ha sido objeto de polémicas entre los historiadores: la de hasta qué punto cuando llegó al poder Primo de Rivera interrumpió una evolución que se estaba produciendo en sentido liberal y reformista (en palabras de Raymond Carr, el dictador “estranguló a un recién nacido”; juicios semejantes pueden encontrarse en Shlomo Ben Ami) o, por el contrario, no hizo sino desplazar del poder a una solución que se había arrumbado a sí misma en los meses en que había ocupado el poder sin engendrar, por otra parte, ninguna esperanza. Aunque la primera opinión haya contado con el apoyo de eminentes historiadores, lo cierto es que en los últimos tiempos se ha producido ya un consenso entre los especialistas a favor de la segunda interpretación”. Javier Tusell: “La conspiración y el golpe de Estado de Primo de Rivera (septiembre 1923)”, en Working Papers/Estudios. Instituto Juan March, Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales, abril de 1991. 1) Nos encontramos ante dos fuentes históricas. La primera de ellas es una fuente primaria, al tratarse de un documento perteneciente a la época de los hechos que describe. La naturaleza de este es circunstancialpolítica, al tratarse de un manifiesto, y el autor del mismo es Miguel Primo de Rivera. Además, el destinatario de dicho manifiesto es público, pues este va dirigido a toda la nación española, teniendo, como principal intención, justificar el Golpe de Estado de Primo de Rivera de 1923 ante todos y cada uno de los españoles. Por otra parte, el segundo de los documentos es una fuente secundaria, al haber sido escrita con posterioridad a los hechos que narra. La naturaleza de esta es historiográfica, al haber sido elaborada posteriormente por un determinado historiador, en este caso Javier Tusell (autor). Además, el destinatario de este documento es, público, y la intención principal de este es saber cómo el Golpe de Estado Miguel Primo de Rivera afectó a la corriente reformista que previamente se había ido extendiendo por el país. 2) En relación al contexto histórico de ambas fuentes, y a su correspondiente núcleo temático, podemos decir que ambos documentos pertenecen al periodo de La Restauración y sus crisis (1875-1931), pero, más concretamente, a la Crisis del Sistema de la Restauración (1902-1931). Además, a esto hay que añadir que ambos documentos hablan de los sucesos acontecidos en 1923, momento clave en el país al ser realmente el año en el cual acabó la crisis del sistema de la Restauración. El primer documento, manifiesto realizado por Miguel Primo de Rivera en 1923, justifica, como he dicho antes, su Golpe de Estado. Para ello, el dictador comienza culpando de desgobierno a los distintos políticos y partidos tradicionalistas característicos de la Restauración: régimen en el que se había apoyado el país en los últimos años. Miguel Primo de Rivera afirma, tal y como describe el primer documento, que tan solo se podría salvar a España liberándola de “dichos profesionales de la política”, culpabilizando a estos, tal y como podemos leer en el documento, de la inestable situación en la que estaba el país desde la crisis del 98, al haber mantenido dicho sistema de la Restauración, con sus caciquismo y su gran corrupción electoral. Es, por esta razón, por la cual cosa el autor del documento dice que los anteriores políticos habían encaminado a España a un fin “trágico y deshonroso”. Además, en dicho documento, el autor también defiende que a partir de ese Golpe de Estado todas las responsabilidades caerán en su persona, y que no existe, además, ninguna necesidad de justificar dicho golpe, pues piensa que el pueblo lo llevaba pidiendo indirectamente durante mucho tiempo debido al gran número de asesinatos que se habían producido, a la grave situación económica en la que se hallaba el país, a la poca unidad nacional que existí a, a la gran falta de orden público que prevalecía y a la gran conflictividad obrera presente en aquel entonces. El segundo documento, por el contrario, se plantea como influyó el Golpe de Estado del militar sublevado en la corriente regeneracionista que se había ido extendiendo previamente. El historiador Tusell, autor del documento, plantea dos opciones. En la primera de ellas, el historiador defiende que el proceso de regeneración de la vida política se había visto interrumpido por dicho Golpe, evitando que se produjese el progreso que esta corriente planteaba en la sociedad. Por el contario, la segunda opción propuesta por el historiador Tusell, defiende que tal vez, dicho Golpe, sirvió para acabar con el falso sentimiento de regeneracionismo, un sentimiento que parecía no haber cuestionado realmente el régimen de la Restauración, al no haberle dado al pueblo ninguna esperanza de mejorar la situación de aquel entonces. 3) Golpe de estado: A modo de golpe militar. Un jefe militar se “pronunciaba” mediante proclama o bando “partidario” de una “solución” política, generalmente contraria al gobierno de turno, y pedía apoyo al resto de guarniciones militares. Si tenía éxito el pronunciamiento se convertía en golpe militar que cambiaba al gobierno. Por el contrario, si no tenía éxito, el militar que se “pronunciaba” era detenido y juzgado por rebelión militar. El pronunciamiento gozó de gran tradición en la España del siglo XIX. Militares progresistas y moderados consiguieron cambiar gobiernos mediante este sistema. Directorio militar: Este es la organización temporal del gobierno de una nación a modo militar por medio de la fuerza de las armas. Se suele componer o bien exclusivamente de militares, o bien tiene cabida algún cargo civil, todos ellos procedentes de las altas esferas del poder. 4) La constitución de este directorio militar (1923-1925), el cual dará posteriormente lugar a un directorio integrado por civiles (1925-1930), fue organizado, tal y como previamente he explicado, justo después de que se produjese el golpe del dictador y el posterior manifiesto que recoge el primer documento. Este Golpe, no fue más que el desenlace de las distintas situaciones que había ido atravesando España desde finales del siglo XIX, pudiendo destacar, en primer lugar, la crisis final del sistema político de la Restauración. Dicho sistema, caracterizado por el caciquismo, la corrupción electoral y la abstención generalizada para facilitar el turnismo de partidos (el conservador y el liberal), llegan a su final descomposición en 1923. Este fin del sistema se produce, en primer lugar, tras la gran crisis producida por la pérdida de las principales colonias españolas en 1898, pero, también, debido al fallecimiento de los primeros y principales líderes de los partidos dinásticos (Cánovas del Castillo del partido conservador en 1897 y Sagasta del partido liberal en 1903), los cuales, al fallecer, dejarán a dichos partidos en una situación de inestabilidad permanente y con múltiples problemas internos, a pesar de producirse un cambio en el liderazgo de los partidos (Antonio Maura en el partido conservador y José Canalejas en el liberal). Esta situación de inestabilidad política, junto al auge de fuerzas externas al sistema (republicanos, nacionalistas y movimiento obrero) y los horrores producidos en la Semana Trágica por el desastre en Marruecos, se pondrá de manifiesto en la crisis de 1917 mediante la formación de Juntas de defensa, una Asamblea de Parlamentarios, y una Huelga General. A pesar de esto, ninguno de los distintos movimientos producirá la caída del sistema de la Restauración al haber actuado por separado. En consecuencia, dicho sistema, sufrirá por si solo una descomposición en los años posteriores (1918-1923), a pesar del surgimiento de de revolución social en este, atrajo la atención de Miguel Primo de Rivera, dándole más motivos para producir dicho golpe, y siendo esta otra causa del mismo. Todas estas causas llevaron a la realización del Golpe que describen ambas fuentes. A esto he de añadir que fueron dos movimientos los que querían acabar con el régimen: los militares vinculados a las Juntas de defensa de Barcelona, los cuales querían acabar con la oligarquía mediante este golpe, y, por otro lado, los militares africanistas que previamente he mencionado que querían que aumentasen sus sueldos y los presupuestos destinados a las guerras en las que colaboraban. Esto, junto con el apoyo de la burguesía (en especial la catalana) para acabar con las revoluciones sociales, y el silencio del rey ante el golpe, hizo que Primo de Rivera triunfase. La reorganización política que llevará a cabo el dictador será claramente, muy diferente a la del sistema de Restauración, ya que, tal y como podemos ver en el primero de los documentos, le desagradaba. El dictador, después de presentarse, tal y como hemos visto en el manifiesto, como aquel que resolverá los problemas del país, la reorganización política en la vida del dictador se basará en la creación de dos directorios distintos, uno de ellos militar durante sus dos primeros años (1923-1925), y el otro de ellos civil, durante los tres siguientes (1925-1930). Sin dejar de reunirse todas las facultades, iniciativas y responsabilidades del Gobierno en la persona de Primo de Rivera, durante dicho directorio militar, tal y como previamente he explicado, los poderes quedarán en manos de un directorio, integrado por ocho militares y un contralmirante, como antes he dicho. Durante este periodo, el dictador suspenderá la Constitución, decretará que los ayuntamientos y las diputaciones provinciales fuesen intervenidos, prohibirá los símbolos de identidad catalana, liquidando también la Mancomunidad catalana, disolverá el Parlamento, ilegalizará los partidos políticos y las organizaciones obreras y declarará el estado de guerra. Además, el dictador también disolverá el Congreso y la parte electiva del Senado, estableciendo, además, el Municipio como pilar fundamental del régimen mediante la elaboración de un Estatuto Municipal en 1924. Por último, el éxito político y popular más importante de esta etapa será acabar con la cuestión de Marruecos, la cual se llevó a cabo, junto con Francia, que también había sido atacada por las fuerzas de Abd el-Krim, mediante el desembarco de Alhucemas en septiembre de 1925, mediante un claro vencimiento final en la zona. Una vez resueltos el problema del orden público y la cuestión marroquí durante el directorio militar, Primo de Rivera decidió dar paso a un Directorio Civil durante los años posteriores cinco años (1925-1930). Dicho Directorio, tal y como la palabra indica, estará formado por civiles y algunos militares, dejando de estar todo el poder en manos de los militares. Además, cabe decir, que dichos civiles que compongan dicho directorio, serán, en su mayoría, tecnócratas que conocerán perfectamente su labor. Por último, cabe decir, que el paso a dicho directorio mostró la pretensión del dictador de consolidarse en el poder e institucionalizando su dictadura mediante el apoyo de no solo los conservadores de la banca y de la industria, sino también con la buena coyuntura económica de la década de los años veinte. Este periodo traerá consigo la creación de un único partido, la Unión Patriótica, el cual no será considerado como tal por el dictador. En este aglutinará, de entre muchos, a carlistas, conservadores, propietarios de tierras, burgueses e industriales, pretendiendo aglutinar a sus distintos apoyos. Se tratará de un partido que, según su fundador, no era ni de izquierdas ni de derechas, y el cual se basaba en la unidad de España, la religión y el corporativismo. Además de esto, durante dicho directorio Primo de Rivera creará una Constitución del Régimen, que no se llegará a aprobar, y una Asamblea que sustituyera a las Cortes, la denominada Asamblea Nacional Consultiva, cuyos miembros serán elegidos mediante un sufragio restringido por municipios, provincias, Iglesia, Ejército… Esta Asamblea Nacional, al igual que la Unión Patriótica, demostró ser un verdadero fracaso, al no obtener realmente ningún respaldo popular ni resultar ser una alternativa viable a la dictadora. A esto he de añadir, que este directorio civil también creará una Consejo Nacional del Trabajo, una Organización Corporativa del trabajo, un Somatén...etc. 5) Este Golpe de Estado que ambos documentos describe, será muy diferente a los Golpes de Estado realizados hasta aquel momento, pues el golpe triunfante de Miguel Primo de Rivera debido a la inestable situación en la que se hallaba España por los factores que previamente he explicado, fue muy diferente a los anteriores Golpes de Estado. De esta manera, este no se puede comparar, por ejemplo, con el Golpe de Estado realizado por el coronel Riego el 1 de enero de 1820, ya que, aunque este también triunfó, su causa era muy distinta, pues el sector del ejército sublevado pretendía acabar con el absolutismo del rey Fernando VII, que, tras su retorno al poder al finalizar la Guerra de la Independencia, había abolido la constitución de Cádiz de 1812. Además, tras dicho golpe, no se estableció una dictadura, sino que se inició el llamado Trienio Liberal hasta 1823, aunque, posteriormente, Riego será ejecutado y Fernando VII recuperará todos sus poderes absolutos. En segundo lugar, este Golpe de Estado recogido en los documentos no tiene nada que ver con el realizado por Narváez en junio de 1843 contra el regente Espartero. Este golpe, iniciado en Andalucía, se produjo por una causa muy distinta, ya que, este se produjo para acabar con un régimen autoritario, en este caso el de Espartero, no para imponer uno. Este golpe, realizado por los moderados y liderado por Narváez, triunfó y acabó con el exilio de Espartero y el inicio de la conocida Década Moderada en España y de consolidación del Estado liberal en España. En tercer lugar, el Golpe de Estado descrito en ambos documentos no tuvo mucha semejanza con el realizado en 1854 por O’Donnell y las distintas fuerzas moderadas y progresistas que lo apoyaban. Este fue en contra del gobierno moderado que había en aquel momento, el cual ya llevaba un tiempo debilitado, y, aunque en un principio fracasó, teniendo O’Donnell que retirarse, finalmente, llegando a un acuerdo con el general Espartero, hicieron que la reina vigente en aquel entonces, Isabel II, aceptase un gobierno progresista, comenzando el llamado Bienio Progresista. Tampoco podemos comparar la sublevación de 1923 con la realizada en 1868, pues, en esta, iniciada el 27 de septiembre de ese mismo año, no solo participaron militares, sino también civiles, mostrando una clara diferencia con la de 1923. Además, su fin era totalmente distinto, pues dicho golpe, encabezado por Prim y Serrano, pretendía acabar con los modelos autoritarios de gobernar de Isabel II, la cual siempre se mostraba afín a los más conservadores. Por el contrario, este levantamiento también tuvo, al igual que el de 1923, éxito, ya que se extendió por toda España e hizo exiliarse a la reina, iniciándose, al mismo tiempo, un nuevo periodo: el Sexenio Democrático, con una consecuente democratización del país. En relación al golpe de estado realizado posteriormente por el general Pavía el 3 de enero de 1874 en la ciudad de Madrid, este se dio por una razón muy diferente al realizado en 1923. Su intención fue mantener a Emilio Castelar como presidente de la República que un año antes se había instalado, ya que este estaba pasando por diferentes conflictos, de entre ellos la Guerra en Cuba o la Tercer Guerra Carlista, y su poder estaba a punto de acabar. Dicho Golpe también triunfará, aunque Emilio Castelar no querrá seguir gobernando, siendo sustituido por Serrano. Además de este pronunciamiento, se producirá otro más a finales del mes de diciembre de ese mismo año en la ciudad de Sagunto. Este será realizado por Martínez Campos, y su intención será muy distinta también al golpe de 1923 de Primo de Rivera, pues, mediante este, pretenderá adelantar el retorno de la monarquía Española en la figura de Alfonso XII, acabando con la primera república. Este Golpe de Estado también tendrá éxito, aunque será Cánovas del Castillo el seguidor de Serrano. A partir de este momento, finalizará el Sexenio y tendrá lugar la Restauración Borbónica. El siguiente Golpe de Estado será el que se hace referencia en las dos fuentes frente a las cuales nos encontramos. Este Golpe, además de no tener nada que ver con los realizados hasta ese momento, tampoco mantendrá similitudes con los dos golpes realizados con posterioridad. De esta manera, aunque el posterior Golpe de Estado, el de 1936, también fue realizado por militares, de entre ellos algunos como Emilio Mola, o el mismo Francisco Franco, se produjo en un ambiente donde prevalecía la II República, y, aunque la situación también era de gran inestabilidad, este golpe fracasó al no realizarse de forma coordinada en toda España, aunque llegó a triunfar en algunas ciudades, y dando paso a una Guerra civil donde los sublevados intentaron tuvieron que conquistar el resto del país frente al ejército republicano que prevalecía en el resto de las zonas del país. Por último, cabe mencionar el golpe de estado del 23 de febrero de 1981, el último realizado en la Historia de España, que, en comparación con el de 1923, fracasó debido al final posicionamiento del rey Juan Carlos a favor del orden constitucional. Este golpe, realizado poco después de que España hubiese atravesado un periodo de Transición, fue impulsado tras la dimisión de Adolfo Suarez en enero del mismo año, fue realizado también por militares aprovechando, al igual que muchos de los anteriores golpes mencionados, y el de 1923 descrito en los documentos, la debilidad que había en esos momentos en el gobierno. de los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián. El 28 de junio de 1931 se convocaron elecciones generales a Cortes Constituyentes. Concurrieron muchos partidos. La izquierda obtuvo 279 escaños frente al centro (119) y la derecha (41). Los partidos de izquierda más votados fueron el PSOE y Acción Republicana - más tarde Izquierda Republicana - liderado por Manuel Azaña, un partido progresista de intelectuales y profesionales urbanos, partidario de modernizar y democratizar España con reformas efectuadas sin violencia. Las Cortes Constituyentes elaboraron una nueva Constitución. Tras intensos debates fue aprobada en diciembre la Constitución de 1931. Definía a España como " una república democrática de trabajadores de todas clases que se organiza en régimen de libertad y justicia" y como un Estado único, pero con autonomía de las regiones; las Cortes unicamerales eran elegidas por sufragio universal (por primera vez con derecho a voto de la mujer). El Estado se declaraba laico, separándose Estado e Iglesia. Un gobierno de coalición republicano -socialista, presidido por Azaña, emprendió un programa de profundas reformas -Bienio reformista, 1931-1933- para solucionar los graves problemas heredados. 5) La situación de la Iglesia Católica durante la República fue diferente a la situación durante el Franquismo. Antes de proclamarse la república, durante la dictadura de Primo de Rivera, España era un país católico donde la iglesia tenía influencia en la sociedad. En la II República, con la victoria en las elecciones de 1931 de la conjunción republicano -socialista, se redactó la constitución de 1931 donde planteaba a España como un estado Laico, es decir, no había una religión oficial, lo que llevó a la oposición a los partidos de derechas y sectores católicos. Por un lado, una de las medidas de este primer bienio progresista fue la reforma Religiosa. Se declaró la no confesionalidad del estado, la libertad de culto y clero, la suspensión de presupuestos de culto y clero, se aprobó el matrimonio y divorcio civil, se quitaron los crucifijos de los colegios, se secularizaron los cementerios, además con la ley de congregaciones se limitó la posesión de bienes a la iglesia. Todas estas medidas llevaron a la separación Iglesia -Estado, por lo que la iglesia vió limitada su influencia a nivel político. Por contra, durante la dictadura de Franco, España se definió como un estado católico, es decir, el catolicismo era la religión oficial del estado (como era una dictadura el resto de religiones estaban prohibidas). Se reinstauraron los presupuestos de culto y clero y la iglesia influyó en la vida política del régimen a través de diversos grupos de inspiración católica como Asociación Católica Nacional de Propagandistas o el Opus Dei, por lo que había una gran relación Iglesia-Estado Por otro lado durante la II República, debido a las medidas explicadas anteriormente y la política laicista, la influencia de la iglesia en la sociedad disminuyó, además la derecha clasificó a la república de roja y atea porque veían en la religión un defensa de su moral, de la ética y de su fe católica. En cambio en el franquismo la iglesia tuvo un papel fundamental en la justificación y defensa del régimen franquista lo que llevo a la imposición de los valores y la moral católica en la sociedad española, además con el movimiento nacionalcatolicismo se recalcó la idea de que España era un país confesional católico. Cabe destacar dentro de la influencia en la sociedad, la influencia en la enseñanza. Si bien durante la República se pretendió limitar el papel de la iglesia en la enseñanza con un sistema laico y con la no obligatoriedad de la religión (Provocando una guerra escolar por parte de los sectores católicos), durante el franquismo fue diferente. La iglesia durante la dictadura tuvo una gran influencia a nivel educativo porque se convirtió en un método de adoctrinamiento político y religioso. La enseñanza primaria y media quedaron a manos de la Iglesia, se impuso la obligatoriedad de la religión y de la Formación del Espíritu nacional, asignatura que enseñaba los principios básicos de la doctrina falangista y era impartida por miembros del Movimiento. PROVES D’ACCÉS A LA UNIVERSITAT PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD CONVOCATÒRIA: SETEMBRE 2011 CONVOCATORIA: SEPTIEMBRE 2011 HISTÒRIA D’ESPANYA HISTORIA DE ESPAÑA BAREMO DEL EXAMEN 1. Describa el tipo de fuentes utilizadas (1 punto). 2. Identifique las ideas principales de los textos, situándolos brevemente en su contexto histórico y núcleo temático (2,5 puntos). 3. Explique, en el contexto de la posguerra española, los conceptos de “autarquía” y “racionamiento” (2 puntos). 4. Desarrolle las principales características de la situación política, económica y social de España durante las décadas de 1940 y 1950. Utilice para ello los textos a comentar (2,5 puntos). 5. Compare brevemente las políticas sociales y económicas desarrolladas en las diferentes etapas de la dictadura franquista y las que fueron impulsadas durante la II República (2 puntos). SEGUNDA OPCIÓN Documento 1 “Gracias a nuestras riquezas agrícolas, a nuestras actividades industriales, gracias al estado de nuestras finanzas no hemos tenido que contraer deudas con nadie (…). España es un país privilegiado que puede bastarse a sí mismo. Tenemos todo lo que nos hace falta para vivir, y nuestra producción es lo suficientemente abundante para asegurar nuestra propia subsistencia. No tenemos necesidad de importar nada, y es así como nuestro nivel de vida es idéntico al que había antes de la guerra. Ignoramos los problemas que se plantean en las naciones demasiado pobladas. En España hay, debe haber, trabajo para todos. Se trata sólo de distribuirlo bien; y en este respecto exigiremos también que cada uno cumpla con su deber. (…) España no realizará íntegramente su revolución, mas que volviendo a ser fiel a si misma, más que volviendo a encontrar el orgullo de su ser, más que haciendo de su espíritu una realidad que la permita elevarse nuevamente por encima del resto del mundo”. Declaraciones de Francisco Franco a Henri Massis para la revista francesa Candide. 18 de agosto de 1938. Documento 2 “Lo que me deprime más es el aspecto de la gente pobre... ahora todo ha cambiado. La guerra parece haber roto el corazón de la gente. Hay una atmósfera de resentido sufrimiento, pero en mi opinión, esto es sobre todo debido a la falta de comida. Es muy común ver hombres, mujeres e incluso niños caerse en las calles desmayados por falta de comida. En algunos lugares uno se queda marcado por escenas de niños muriendo de hambre. (...) No puedo entender por qué no hay una forma mejor de distribuir la comida. (...) Las cartillas de racionamiento no aseguran al pobre lo necesario para mantener juntos cuerpo y alma”. Memorándum del profesor Walter Starkie, Director del Instituto Británico en Madrid. racionamiento y el hambre hizo que las personas fueran pobres, se murieran de hambre o pudieran caer por la calle desmayados por el hambre. 5) Las políticas sociales y económicas en la dictadura franquista, pertenecen a la etapa de la posguerra y son las descritas detalladamente en la cuestión 4A. A diferencia de las políticas de la Segunda República, que ocurrieron de la siguiente forma: en el Bienio Reformista (1931 -1933), el presidente del gobierno era Manuel Azaña, que hizo una serie de reformas entre las cuales se encuentra la Reforma Social en cuanto al ámbito social, y la crisis económica mundial en cuanto a lo económico. Con la Reforma Social, la clase obrera adquiría un protagonismo desconocido hasta entonces, como la subida de sueltos o vacaciones protegidas. También se encuentra el suceso de Casas Viejas, una proclama de comunistas que asaltaron el cuartel de la Guardia Civil. El final del Bienio Reformista acabó con la crisis económica mundial de la década de los años treinta, con esta crisis aumentó el paro y el malestar social, dimitiendo así Manuel Azaña. Con el Bienio Radical (1933 -1936) también hubo consecuencias sociales como la revolución de 1934 en Asturias provocada por anarquistas, asaltando cuarteles, casas y asesinatos de sacerdotes. En el Frente Popular del 1936, hubo consecuencias sociales, con violencia anarquista , conspiraciones militares derechistas y asesinatos de políticos: el Teniente Castillo de izquierdas y José Calvo Sotelo de derechas. PROVES D’ACCÉS A LA UNIVERSITAT PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD CONVOCATÒRIA: SETEMBRE 2011 CONVOCATORIA: SEPTIEMBRE 2011 HISTÒRIA D’ESPANYA HISTORIA DE ESPAÑA BAREMO DEL EXAMEN 1. Describe el tipo de fuentes utilizadas en los textos (1 punto). 2. Identifica las ideas principales de los textos, situándolas en su contexto histórico y en el núcleo temático correspondiente (2,5 puntos). 3. Explica los conceptos “separación de Iglesia y Estado” y “nacionalcatolicismo” (2 puntos). SEGUNDA OPCIÓN Documento 1 “Art. 3.- El Estado español no tiene religión oficial. […] Art. 26.- […] El Estado, las regiones, las provincias y los Municipios no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las Iglesias, Asociaciones e Instituciones religiosas. Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del clero […] Art.27.- La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español. […] Todas las confesiones podrán ejercer sus cultos privadamente. Nadie podrá ser compelido a declarar oficialmente sus creencias religiosas”. Constitución de la Segunda República, 9 de diciembre de 1931. Documento 2 “El 18 de julio del año pasado se realizó el alzamiento militar y estalló la guerra que aún dura. […] Hoy por hoy no hay en España más esperanza para reconquistar la justicia y la paz y los bienes que de ellas derivan, que el triunfo del movimiento nacional. […] Mientras en la España marxista se vive sin Dios, en las regiones indemnes o reconquistadas se celebra profusamente el culto divino y pululan y florecen nuevas manifestaciones de la vida cristiana”. Carta colectiva del episcopado español, 1 de julio de 1937. 1) El primer documento se trata de un escrito jurídico, ya que trata de una ley máxima del país, conocida como la Constitución de 1931, el tipo de fuente es primaria, siendo un texto de aquella época. Redactada en ese año por una comisión de juristas de clara ideología izquierdista, va dirigida a todo el pueblo español. El segundo documento se trata de un texto político, con una fuente histórica. El autor de la carta es el Episcopado español, es decir, es un texto con un autor colectivo. Es un texto público y de carácter nacional, ya que esta dirigido a la mayoría de españoles, dando a conocer la postura de la Iglesia católica ante la guerra civil. 2) El primer texto recoge algunos aspectos fundamentales del ordenamiento jurí dico por el que se habí a de regir España. Las ideas quedan reflejadas en cada uno de los artí culos: organización republicana del Estado, soberaní a popular, igualdad ante la ley, aconfesionalidad del Estado, estatuto de las órdenes religiosas, división de poderes y posibilidad de aprobar estatutos de autonomí a. En el contexto histórico, tras la convocatoria por parte del General Dámaso Berenguer de elecciones municipales, estaba el ambiente polí tico tan enrarecido que el objetivo de las mismas quedó pervertido y en ellas se planteó el dilema de monarquí a o república. A esta situación no fueron ajenos los partidos de izquierda, los republicanos y los nacionalistas catalanes que, en reunión tenida en San Sebastián el año 1930, se conjugaron para echar abajo la monarquí a alfonsina y trabajar por el establecimiento de la república.Planteadas así las cosas, el resultado de las urnas fue favorable, por amplia mayorí a, a las candidaturas monárquicas. Sin embargo, basados en una interpretación antidemocrática de los votos (más votos urbanos que rurales) y en la traición que determinados polí ticos hicieron a Alfonso XIII (que se exilió) los firmantes del Pacto de San Sebastián proclamaron la República, siendo el primer Ayuntamiento en hacerlo el guipuzcoano de Eibar.Con la República proclamada y el rey en el exilio se formó un Gobierno Provisional (formado por los lí deres de los partidos del Pacto) cuyas dos principales tareas fueron: mantener la tranquilidad en la calle y convocar elecciones generales y constituyentes. A estas elecciones se presentaron tres bloques de candidaturas: la derecha (muy dividida) , el centro de Lerroux y la izquierda (socialistas y republicanos). Serán estos últimos quienes triunfen por amplia mayorí a. Niceto Alcalá Zamora será el Presidente de la República y Manuel Azaña el Jefe de Gobierno. Como era previsible, una de sus primeras tareas será la elaboración de una nueva Constitución que sustituyese a la anterior redactada en 1875 cuando se proclamó la Restauración monárquica. El texto nos presente, precisamente, algunos de los artí culos de esta Constitución. En el segundo texto el tema alrededor del cual gira el texto es, como indicamos anteriormente, la postura adoptada por la Iglesia católica ante el levantamiento cí vico- militar que dio comienzo a la guerra civil española. En torno al tema destacan varias ideas como pueden ser algunas definiciones de la guerra desde el punto de vista católico y determinadas conclusiones. Dentro de este punto se distinguen tres apartados: consecuencias de la guerra en la iglesia católica (1°y 2º), consecuencias de la guerra en la sociedad (3º) y la situación española del momento (4º) Respecto al contexto histórico, lo debemos situar en la Guerra Civil Española. Concretamente el año siguiente a la declaración del alzamiento cí vico- militar que la dio lugar. En este sentido resulta extraño que la Iglesia publicara esta carta sobre su posición favorable al pronunciamiento un año después de producirse teniendo en cuenta que en 1931 habí a recomendado a los católicos la aceptación de la voluntad popular. Por ello, debemos analizar las causas que motivaron esta situación. La República desde su proclamación en 1931 siempre se posicionó, con mayor o menor intensidad, frente a la Iglesia intentado una secularización de la sociedad y de la vida pública mediante la separación de la Iglesia y el Estado con lo que suponí a de la supresión del financiamiento de sus miembros y sus actividades. También, durante el primer bienio, se instauró una legislación que establecí a la usurpación de la propiedad de los templos, el matrimonio civil, el divorcio, la secularización de los cementerios o la privación a la iglesia de ejercer la enseñanza, el comercio y la industria. Por todo ello, los sectores católicos vivieron un permanente enfrentamiento con la República. Cuando el Frente Popular gana las elecciones de 1936, tras la caí da del Bienio Conservador, las fobias anticlericales se llevarán a lí mites nunca conocidos en Europa. Los templos, conventos, monasterios, bibliotecas al igual que todo tipo de personas relacionadas con ella (sacerdotes, monjas, laicos comprometidos con movimientos católicos) serán ví ctimas de los atropellos de las masas populares azuzadas en la mayorí a de los casos por los lí deres polí ticos y sindicales de izquierda. Por ello, junto con su ideologí a mayoritariamente conservadora, no es de extrañar que la Iglesia se muestre favorable al alzamiento iniciado el 18 de Julio del año anterior. en Working Papers/Estudios. Instituto Juan March, Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales, abril de 1991. 1) Nos encontramos ante dos fuentes históricas. La primera de ellas es una fuente primaria, al tratarse de un documento perteneciente a la época de los hechos que describe. La naturaleza de este es circunstancial-política, al tratarse de un manifiesto, y el autor del mismo es Miguel Primo de Rivera. Además, el destinatario de dicho manifiesto es público, pues este va dirigido a toda la nación española, teniendo, como principal intención, justificar el Golpe de Estado de Primo de Rivera de 1923 ante todos y cada uno de los españoles. Por otra parte, el segundo de los documentos es una fuente secundaria, al haber sido escrita con posterioridad a los hechos que narra. La naturaleza de esta es historiográfica, al haber sido elaborada posteriormente por un determinado historiador, en este caso Javier Tusell (autor). Además, el destinatario de este documento es, público, y la intención principal de este es saber cómo el Golpe de Estado Miguel Primo de Rivera afectó a la corriente reformista que previamente se había ido extendiendo por el país. 2) En relación al contexto histórico de ambas fuentes, y a su correspondiente núcleo temático, podemos decir que ambos documentos pertenecen al periodo de La Restauración y sus crisis (1875-1931), pero, más concretamente, a la Crisis del Sistema de la Restauración (1902-1931). Además, a esto hay que añadir que ambos documentos hablan de los sucesos acontecidos en 1923, momento clave en el país al ser realmente el año en el cual acabó la crisis del sistema de la Restauración. El primer documento, manifiesto realizado por Miguel Primo de Rivera en 1923, justifica, como he dicho antes, su Golpe de Estado. Para ello, el dictador comienza culpando de desgobierno a los distintos políticos y partidos tradicionalistas característicos de la Restauración: régimen en el que se había apoyado el país en los últimos años. Miguel Primo de Rivera afirma, tal y como describe el primer documento, que tan solo se podría salvar a España liberándola de “dichos profesionales de la política”, culpabilizando a estos, tal y como podemos leer en el documento, de la inestable situación en la que estaba el país desde la crisis del 98, al haber mantenido dicho sistema de la Restauración, con sus caciquismo y su gran corrupción electoral. Es, por esta razón, por la cual cosa el autor del documento dice que los anteriores políticos habían encaminado a España a un fin “trágico y deshonroso”. Además, en dicho documento, el autor también defiende que a partir de ese Golpe de Estado todas las responsabilidades caerán en su persona, y que no existe, además, ninguna necesidad de justificar dicho golpe, pues piensa que el pueblo lo llevaba pidiendo indirectamente durante mucho tiempo debido al gran número de asesinatos que se habían producido, a la grave situación económica en la que se hallaba el país, a la poca unidad nacional que existía, a la gran falta de orden público que prevalecía y a la gran conflictividad obrera presente en aquel entonces. El segundo documento, por el contrario, se plantea como influyó el Golpe de Estado del militar sublevado en la corriente regeneracionista que se había ido extendiendo previamente. El historiador Tusell, autor del documento, plantea dos opciones. En la primera de ellas, el historiador defiende que el proceso de regeneración de la vida política se había visto interrumpido por dicho Golpe, evitando que se produjese el progreso que esta corriente planteaba en la sociedad. Por el contario, la segunda opción propuesta por el historiador Tusell, defiende que tal vez, dicho Golpe, sirvió para acabar con el falso sentimiento de regeneracionismo, un sentimiento que parecía no haber cuestionado realmente el régimen de la Restauración, al no haberle dado al pueblo ninguna esperanza de mejorar la situación de aquel entonces. 3) Golpe de Estado: Remite una actuación violenta y rápida,generalmente por fuerzas militares, por la que un determinado grupo se apodera o intenta apoderarse del poder político, desplazando a las autoridades existentes y vulnerando la legitimidad institucional del Estado. Directorio militar: Consiste en una organización temporal del gobierno de un Estado a cargo del poder militar y, por tanto, se trata de una fórmula impuesta por la fuerza de las armas. Como por ejemplo el primer gobierno del general Primo de Rivera, sustituido luego por el directorio civil. 4) Causas del golpe de estado: - La crisis y degeneración del sistema político de la Restauración. Los partidos dinásticos que se turnaban en el poder- conservador y liberal- se habían mostrado incapaces de acabar con el viejo sistema caciquil y estaban fragmentados. Se habían sucedido numerosos gobiernos de concentración que también habían fracasado. Sólo había dos caminos posibles para solucionar la crisis: o la democratización del sistema o la implantación de una dictadura. Se eligió el segundo. - El descontento del ejército por la guerra de Marruecos. El desastre de Annual (1921) desprestigió al ejército y el expediente Picasso que investigaba las causas y responsabilidades en el mismo, aumentó la desconfianza de los militares hacia los políticos. - La agudización de los conflictos sociales. Desde la crisis de 1917 y debido a los efectos de la 1ª Guerra Mundial y al impacto de la Revolución rusa (1917), numerosas huelgas y protestas de las clases trabajadoras alteraban el orden público. La burguesía estaba atemorizada también ante el aumento del terrorismo anarquista, especialmente en Barcelona, y se mostraba partidaria de medidas de fuerza para atajarlas. - El auge y la radicalización de los nacionalismos periféricos, en especial el catalán. - El triunfo del fascismo en Italia. La Marcha sobre Roma en 1922 llevó a Mussolini al poder. También en otros países europeos se impusieron dictaduras derechistas por entonces (Portugal, Grecia, Polonia). La dictadura de Primo de Rivera no es una excepción. Los objetivos del golpe eran acabar con el sistema parlamentario - al que Primo tachaba de “inmoral y corrupto”-, garantizar el orden público, terminar con el separatismo y solucionar el problema marroquí. Primo de Rivera, un andaluz campechano y paternalista, tenía valores tradicionales típicamente castrenses: orden, disciplina, autoridad y amor a la patria. Su lema era “Patria, Religión y Monarquía”. Creía que bastaba la buena voluntad, la honradez y el patriotismo para gobernar a un país; desconfiaba de los políticos y odiaba a los partidos. Combinaba las ideas regeneracionistas (se veía como el “cirujano de hierro” del que hablaba Joaquín Costa) con la influencia del fascismo italiano de Mussolini, a quién admiraba. Apenas hubo oposición al golpe de estado. Sus apoyos sociales se encontraban entre la oligarquía de terratenientes e industriales católicos, el ejército, gran parte de las clases medias y también en el mundo obrero. Los socialistas no ofrecieron resistencia e incluso colaboraron con el régimen. Anarquistas y comunistas fueron los únicos que se opusieron, convocando manifestaciones y huelgas en contra del golpe de estado, lo que servirá de justificación al dictador para su ilegalización. como señala el Artículo 12, se trata de una constitución que defiende la existencia de un Estado Confesional, defendiendo la absoluta catolicidad de todos los españoles, y quedando totalmente prohibida la práctica de otras religiones, es decir, “el ejercicio de otra”. Además, dicha Constitución defendía también la monarquía hereditaria como forma de gobierno español (Artículo 14), la separación de poderes (Artículo 15), quedando, tal y como señala el documento, el poder legislativo compartido entre las Cortes y el rey. Además, esta constitución también reconocía, tal y como indica el Artículo 317, un gran número de derechos individuales, como la libertad de imprenta que señala el documento. El segundo de los documentos, elaborado por el rey Fernando VII, hijo de Carlos IV, es un decreto que pretende, como he dicho antes, anular todos los anteriores aprobados en Cádiz. Para ello, el rey comienza, en un primer lugar, haciendo referencia al Manifiesto de los Persas, “habiendo oído lo que unánimemente me han informado personas respetables por su celo”, es decir, aquellos absolutistas y sectores del clero que ansiaban su retorno, rechazando la constitución liberal previamente aprobada y ansiando el antiguo absolutismo. Después de esto, Fernando afirma que dichos decretos aprobados en Cádiz han sido motivo de rechazo por un gran número de personas “se expresa la repugnancia y el disgusto”, y, con la excusa de no querer aumentar el número de personas contrarias a dicha constitución, pues “aumentarían si los autorizase”, Fernando VII acaba anulando cada uno de los decretos aprobados en esta, concediéndolos como “de ningún valor”, haciendo como que esta nunca hubiese llegado a ser aprobada, y confirmando, por lo tanto, una vuelta al conocido Antiguo Régimen. 3) Liberalismo: Referido al siglo XIX, movimiento político opuesto al absolutismo cuyo objetivo era la limitación del poder real y la elaboración de Constituciones escritas que recogieran los principios de los ilustrados liberales. Muy pronto se dividió en dos corrientes: moderados y progresistas. Reaccionario: 4) Esta Constitución, resultado de una intensa actividad legislativa por parte de las Cortes, no fue más que un desenlace de, entre muchas cosas, los ideales de la revolución francesa de 1789. Esto se debe a que, cuando Carlos IV, padre del autor del segundo de los documentos (Fernando VII) subió al trono, inmediatamente se vio desbordado por la expansión en España de dichos ideales. Estos ideales, que al ser contrarios al sistema económico, político y social del Antiguo Régimen generaron un profundo rechazo en las Cortes de Carlos IV y en los sectores más privilegiados, hicieron que Carlos cambiara sus relaciones con Francia, con tal de impedir, a toda costa, la implantación del liberalismo. Después de esto, Carlos nombrará a Manuel Godoy secretario de Estado, al confiar más en él que en su propio hijo y debido, sobre todo, al carácter de déspota ilustrado del mismo. Godoy será importante para el rey Carlos, pues el carácter de déspota ilustrado hará que este piense que tan solo hacía falta reformar algunos aspectos en la sociedad, basándose, en todo momento, en el Antiguo Régimen, con tal de poder mejorarla. A pesar de dicho nombramiento, las Guerras Napoleónicas, iniciadas en 1792, y la posterior Paz de Basilea acabará subordinando a España a los intereses franceses, pasando a convertirse Francia y España en aliadas. Durante dichas guerras, Godoy recurrirá al endeudamiento, y, llevando a cabo una desamortización de las tierras eclesiásticas, logrará la formación de una oposición por parte de los sectores eclesiásticos y de la propia nobleza. Estos, comenzarán a confiar en Fernando, hijo de Carlos IV, el cual, al contrario de su padre, desconfiaba de Godoy. A este descontento del mandato de Carlos IV que sentía la mayoría del país, se le unirá, además, la firma del Tratado de Fontainebleau en 1807, en el cual España autorizaba a las tropas francesas a entrar en el país para atacar a Portugal. La presencia de dichas tropas fue más allá de lo fijado en el tratado, haciendo que la familia real acabase huyendo a Aranjuez. Aquí se producirá el motín de Aranjuez que, impulsado por eclesiásticos y nobles, exigirán la dimisión de Godoy y la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo Fernando. Al día siguiente Fernando será proclamado rey, pero Carlos, intentando llegar al trono de nuevo con la ayuda de Napoleón Bonaparte hará que este último se decida por anexionarse España para él y proclamar a su hermano, José Bonaparte, rey de España. A esto hay que añadir que, la situación de las poblaciones con presencia francesa era muy tensa, llegando a producirse levantamientos como el del 2 de mayo de 1808. Este profundo descontento hizo que las instituciones fueran finalmente incapaces de controlar la rebelión popular y de frenar la creciente ocupación francesa, acabando produciéndose un vacío de poder y un desmoronamiento institucional del Antiguo Régimen. Los insurrectos formaran juntas (Junta Suprema Central), reconociendo a Fernando VII como rey. Seguidamente, la entrada de Napoleón en España en otoño de 1808 dará lugar a la Guerra de la Independencia. Durante esta, Napoleón bombardeará numerosas ciudades españolas, adquiriendo su máximo nivel comienzos de 1812, en un momento, por lo tanto, donde las Cortes ya se habían reunido. A este conflicto hay que añadir, también, la emancipación de las colonias americanas. Esta, aumento la crisis en el país, y se produjo debido a que en estas existía una rica burguesía criolla muy perjudicada por los fuertes impuestos que solo beneficiaban a la metrópoli, y por el control que ejercía España sobre su economía, especialmente en el comercio. Este creciente malestar, junto con el impacto de la revuelta de las treces colonias americanas contra Gran Bretaña que ya se había dado, y la llegada de los ideales de la revolución francesa que ya se había producido, hizo que dichas colonias, aunque mantuvieran inicialmente sus lazos con Cádiz, aprovecharan el vacío de poder que se produjo para poder independizarse, provocándose principalmente tres focos independentistas: uno en Buenos Aires, otro en Nueva Granada y Venezuela, y otro, finalmente, en México. Por todo esto, será, por lo tanto, en medio de estos dos conflictos bélicos, donde se convoquen las Cortes. Estas, puestas en marchas por la Junta Central Suprema, que previamente he mencionado, llevarán a cabo la Constitución recogida en el primero de los documentos, es decir, la Constitución de 1812. Pero, a pesar de la aprobación de estas, el conflicto de la Guerra de Independencia continuará, a pesar de que finalmente, Napoleón, al intentar avanzar más de lo previsto, intentando expandir los ideales franceses hasta Rusia, acabará, al no mantener los dos frentes, retirando sus tropas en España. Además de todo esto, cabe decir que, antes de la llegada de Fernando VII, después de haber sido José Bonaparte nombrado rey de España, la población se había dividido básicamente en dos grupos: en los afrancesados, favorables a la administración francesa para modernizar el país, y en los sectores opuestos a la influencia francesa. Dentro de este segundo grupo encontraremos, por una parte, al clero y la nobleza partidaria de la vuelta al absolutismo monárquico de Fernando, pero, por otra, a los reformistas moderados favorables a la vuelta de Fernando con un programa de reformas del Antiguo Régimen. Además, dentro de este grupo también encontraremos a los liberales, los cuales esperaban que Fernando acabe con el absolutismo e implante un nuevo régimen constitucional. Dejando de lado esto, cabe decir que, después de la aprobación de la Constitución recogida en el primero de los documentos, Fernando VII volverá a España. A pesar de su retorno, y de que muchos confiaban en él para acatar el régimen constitucional del primer documento, Fernando anulará todos y cada uno de los decretos, aprovechándose del rechazo que los absolutistas sentían (que él también sentía), tal y como he analizado en el segundo documento previamente. Esto significará una vuelta al Antiguo Régimen, pero es que esta se produjo, realmente, debido a la derrota de Napoleón, principal precursor de dichos ideales, seguido de los pocos liberales que había en España. El reinado de Fernando VII comenzará con una gran represión, iniciándose persecuciones contra liberales y afrancesados, con tal de poder volver tranquilamente al régimen de 1808. A pesar de esto, el liberalismo había cambiado a la población, y esto, junto con el profundo malestar que empezó a sentirse con el desmantelamiento de las medidas que previamente se habían tomado y habían mejorado la situación (desamortizaciones, manufacturas, industrias) llevó a una oleada de pronunciamientos. A todo esto hay que añadir, por lo tanto, la incompatibilidad del reinado de Fernando con las actividades económicas de la burguesía y, además, el hecho de que este no hiciera pagar a los sectores más enriquecidos. De entre todos los pronunciamientos que se llevaran a cabo, destacará el de Riego, en enero de 1820, que obligará al rey a acabar aceptando la Constitución de 1812. Y es que fue, este pronunciamiento, la principal causa del comienzo de un trienio liberal (1820-1823), en el cual se pretenderá, principalmente, consolidar la abolición del Antiguo Régimen, iniciada por las Cortes y frenada tras el regreso de Fernando. Para ello, se suprimieron los señoríos jurisdiccionales, mayorazgos y vinculaciones, la tierra se convirtió en mercancía, y se llevó a cabo una reforma eclesiástica, que suprimía conventos y secularizaba a los frailes, llevándose también a cabo una desamortización de tierras del clero regular, con tal de limitar el poder de la Iglesia. También se llevó a cabo una reforma fiscal y una eliminación de los distintos gremios, instaurándose, también, de entre otras muchas cosas, un nuevo cuerpo de ciudadanos armados, la Milicia Nacional. Dichas reformas, a pesar de mejorar las condiciones de una parte de la población, no hicieron más que suscitar rápidamente una gran oposición de la monarquía y de los sectores absolutistas, pues Fernando VII había aceptado el nuevo régimen forzado. A pesar de que los campesinos también estaban descontentos con las reformas del Trienio, las cuales, aunque abolían los señoríos jurisdiccionales, no incorporaban aspiraciones básicas como el acceso a la propiedad de la tierra y una efectiva rebaja de impuestos (se había seguido el modelo inglés de tierras al desamortizarlas, pues no se dividieron las tierras, sino que se pusieron en venta, teniendo que pagar rentas para acceder a ellas), fueron los sectores absolutistas y la nobleza tradicional y el clero los grandes opositores. Además de dicha oposición, también cabe añadir la división que se produjo entre los liberales, dividiéndose en moderados (más favorables a las elites sociales) y exaltados (reformas más próximas a las clases medias y populares). PROVES D’ACCÉS A LA UNIVERSITAT PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD CONVOCATÒRIA: SETEMBRE 2012 CONVOCATORIA: SEPTIEMBRE 2012 HISTÒRIA D’ESPANYA HISTORIA DE ESPAÑA BAREMO DEL EXAMEN 1. Describe el tipo de fuentes utilizadas, sobre todo el primer texto (1 punto). 2. Identifica las ideas principales de ambos textos, situándolas pertinentemente en el núcleo temático correspondiente (2,5 puntos). 3. Explique, a grandes rasgos, la “Ley Sálica” y “Absolutismo” (2 puntos) PRIMERA OPCIÓN Documento 1 Que en las Cortes que se celebraron en mi palacio del Buen Retiro el año de 1789, se trató, a propuesta del Rey mi augusto padre, de la necesidad y conveniencia de hacer observar el método regular establecido por las Leyes del Reino y por la costumbre inmemorial de suceder en la Corona de España, con preferencia de mayor a menor y de varón a hembra[…] y teniendo presente los inmensos bienes que de su observancia por más de setecientos años había reportado esta Monarquía, así como los motivos y circunstancias eventuales que contribuyeron a la reforma decretada por el Auto Acordado de 10 de marzo de 1713 (dispuso que “fuesen preferidos todos mis descendientes varones por la línea recta de varonía a las hembras y sus descendientes”), elevaron a sus reales manos una petición con fecha 30 de setiembre del referido año de 1789, haciendo mérito de las grandes utilidades que habían venido al Reino, ya antes, ya particularmente después de la unión de las Coronas de Castilla y de Aragón, por el orden de suceder señalado en la ley 2ª, título 15, Partida 2ª, y suplicándole que, sin embargo de la novedad hecha en el citado Auto Acordado, tuviese a bien mandar se observase y guardase perpetuamente en la sucesión de la Monarquía dicha costumbre inmemorial, atestiguada en la citada Ley, como siempre se había observado y guardado […] Pragmática Sanción de 29 de marzo de 1829 publicando la ley de 1789 restableciendo la ley de Partidas sobre la sucesión de la Corona. Documento 2 Sorprendido mi real ánimo en los momentos de agonía a que me condujo la grave enfermedad de que me ha salvado prodigiosamente la Divina misericordia, firmé un Decreto (18 de septiembre de 1832) derogando la Pragmática Sanción de 29 de marzo de 1829, decretada por mi augusto padre a petición de las Cortes de 1789 para establecer la sucesión regular en la Corona de España […] Ni como rey pudiera yo destruir las leyes fundamentales del Reino, cuyo restablecimiento había publicado, ni como padre pudiera con voluntad libre despojar de tan augustos y legítimos derechos a mi descendencia […] Declaro solemnemente de plena voluntad y propio movimiento, que el Decreto firmado en las angustias de mi enfermedad, fue arrancado de mí por sorpresa: que fue un efecto de los falsos terrores con que sobrecogieron mi ánimo; y que es nulo y de ningún valor, siendo opuesto a las leyes fundamentales de la Monarquía y a las obligaciones que, como rey y como padre, debo a mi augusta descendencia. Declaración del rey Fernando VII leída ante las autoridades del Reino, convocadas para ello, sobre la sucesión de la Corona (31 de diciembre de 1832) 1) Nos encontramos antes dos fuentes primarias, de naturaleza pública y jurídica, dirigidas a las autoridades del país, con la intención de legislar sobre una cuestión de gran trascendencia no sólo para la monarquía sino, como veremos más adelante, para la nación entera. Su intención es clara: se trata de clarificar nada menos que la cuestión sucesoria. En un modelo político como el del absolutismo, donde la soberanía recae en el monarca, este hecho es de suma trascendencia. El autor de ambos textos es Fernando VII, que reinó en España de 1814 a 1833, en un periodo crucial de la historia contemporánea de España ,por cuanto que en su reinado se planteó una cuestión esencial: la transición del Antiguo Régimen al Liberalismo. No es este sitio para realizar juicios de valor ,pero apenas hay dudas de que su reinado fue nefasto. Es cierto que tuvo que en su reinado coincidieron procesos históricos muy críticos, como la invasión napoleónica , o la independencia de las colonias americanas, una profunda crisis económica, etc., pero no es menos cierto que Fernando VII fue un claro freno al desarrollo de las ideas liberales en España. 2) Están situados en la crisis del Antiguo Régimen y la construcción del Estado liberal. Concretamente, los relacionamos con El reinado de Fernando VII (1814-1833). Para matizar más, diremos que ambos estarían relacionados con la última etapa del reinado de Fernando VII, la denominada por los historiadores liberales “La Década Ominosa”. La idea clave de ambos textos gira en torno a solucionar una cuestión que a medida que el rey Fernando VII envejece y sigue sin descendencia masculina hay que resolver Quién será el rey legítimo de España. En el Documento 1 Fernando VII recupera la ley promulgada por su padre Carlos IV, en 1789, por la cual se autoriza el acceso a l trono a las mujeres. Se trata, en definitiva, de anular la ley Sálica que adoptaron los primeros Borbones y restaurar la tradición de que en España sí puedan reinar las mujeres… Tres años después, tal y como aparece en el documento 2, Fernando VII se reafirma en su decisión y declara nula la rectificación que hizo en el codicilo de 1830, en el que se echa atrás y anula la Pragmática Sanción. Se trata de la etapa delos reinados de Carlos IV y Fernando VII. En el primer reinado vemos los intentos de impedir la penetración de las ideas revolucionarias francesas en la Península así como un posterior acercamiento a Francia por parte de Godoy, primer ministro de Carlos IV. Fruto de ese acercamiento es la derrota de Trafalgar frente a los ingleses y la caída del propio Godoy y de Carlos IV tras un motín popular. Entre tanto, las fuerzas francesas entran en España con la intención de invadir Portugal, pero ocupando de hecho España. Tanto Carlos IV como su hijo Fernando se someten al arbitrio de Napoleón en la lucha que les enfrentaba por la corona, Napoleón les arrebata el trono y se lo entrega a su hermano José. Ante esta situación el pueblo inicia una lucha contra el invasor que durará cinco años. Mientras, en Cádiz, ciudad sitiada y protegida por la flota inglesa, se reúnen las cortes del reino y elaboran la Constitución de 1812 que finiquitó el Antiguo Régimen en España y proclamaba la monarquía parlamentaria. Tras la derrota de Napoleón llega a España Fernando VII y anula todos los decretos de las Cortes, gobernando de manera despótica siguiendo el más puro absolutismo. Salvo un periodo de tres años, el Antiguo Régimen restaurado estará vigente hasta su muerte en 1833. Es en esta época cuando se produce la independencia de las colonias americanas, convirtiéndose España en una potencia de segundo orden. Por último, la muerte de Fernando VII sin heredero varón, su hija Isabel tenía sólo tres años de edad, abrió la puerta a una guerra civil entre los partidarios de su hija y los que no la reconocían como reina que se agruparon en torno a Carlos María Isidro, hermano de Fernando. 3) Ley Sálica: disposición francesa que excluye de la sucesión del trono a las mujeres. Esta ley fue introducida en España por Felipe V para evitar que se pudiera restaurar la dinastía de los Habsburgo en España. Fernando VII promulgó el 29 de marzo de 1830 la Pragmática Sanción que derogaba esta ley y permitía la sucesión de su hija Isabel. Absolutismo: sistema político propio del Antiguo Régimen según el cual el rey ejerce sin limitaciones todos los poderes del Estado por derecho divino. Esto implica una organización centralista del Estado. En España se introduce en el siglo xviii con el cambio en el trono a la dinastía borbónica (con Felipe V), y desaparece definitivamente en 1837, si bien los carlistas lo mantienen en los territorios bajo su control en las guerras carlistas. Durante el siglo xix los liberales dan a los absolutistas distintos nombres: serviles, ultras, apostólicos, realistas o carlistas. antiguos y nuevos partidos políticos. Entre los partidos tradicionales destacaban los carlistas que aceptaban la monarquía pero no a Alfonso XII y los republicanos que estaban muy divididos y tenían muy poca representación. La restauración de la monarquía borbónica con Alfonso XII fue producto de un concienzudo trabajo preparatorio llevado a cabo durante el sexenio democrático, y sobretodo, durante el gobierno de Serrano. El objetivo era situar en el trono al hijo de Isabel II. El gran protagonista de este plan fue Antonio Cánovas del Castillo. Esta opción se gestó a lo largo de un proceso complejo y de maniobras diplomáticas, la más importante de las cuales fue la abdicación de Isabel II en su hijo. Antonio Cánovas aprovechó el favorable contexto de la era bismarckiana, proclive a soluciones moderadas. Su instrumento básico fue la creación de un ‘partido alfonsino’. Su programa se reducía al liberalismo y a la fidelidad del príncipe Alfonso. ‘Paz y Orden’ son las palabras que resumen ese programa. Por otra parte, el manifiesto de Sandhurst (1874), redactado por Cánovas y firmado por Don Alfonso en la academia militar donde se formaba, recogía las ideas básicas del proyecto restaurador, estas eran: carácter abierto e integrador de la monarquía constitucional, después la necesidad de que la tradición católica fuera compatible con la libertad, y por último la superación de las dos constituciones precedentes: 1845 y 1869. Uno de los objetivos de Cánovas era elaborar una Constitución que vertebrase un sistema político basado en un sistema de poder compartido entre el Rey y las Cortes (instituciones a las que consideraba la "constitución interna" del estado); lo cual se menciona en el primer documento . Y además articulado por dos partidos políticos (bipartidismo) que se turnarían pacíficamente en el poder (turnismo). La primera medida política de importancia fue la convocatoria de elecciones, mediante sufragio universal masculino, a Cortes constituyentes. Inauguradas las Cortes constituyentes en febrero de 1876, Cánovas presentó al Congreso el proyecto de Constitución. Esta buscaba un proyecto lo suficientemente amplio como para dar cabida a los distintos programas liberales y finalmente fue promulgada el 30 de junio de 1876. La Constitución consideraba a la monarquía como un poder moderador que debía ejercer como árbitro en la vida política y garantizar el buen entendimiento y la alternancia entre los partidos políticos. Por ello, se establecía la soberanía compartida y se concedían amplios poderes al monarca: derecho de veto, nombramiento de ministros y potestad de convocar las Cortes, suspenderlas o disolverlas sin contar con el gobierno Los artículos 18, 19, 20 y 28 fijan las bases del poder legislativo, que residirá conjuntamente en el Rey y unas Cortes bicamerales formadas por Congreso y Senado, estableciéndose que los senadores podrán ser de tres clases: por derecho propio, nombrados por el Rey o elegidos por las corporaciones del Estado y las mayores fortunas del país. Por su parte, la forma de elección de los diputados se deja sin concretar, ya que se deja en manos del correspondiente partido en el gobierno dictar las leyes que la regulen, lo que le facultará para optar por el tipo de sufragio, universal o censitario, que considere más beneficioso para sus intereses. En conclusión, el texto analizado hace referencia a la Constitución 1876 que asentó las bases de la vida política y social española al comienzo de la Restauración moderada. Junto con el bipartidismo y el turnismo, es una de las bases del sistema político de la Restauración. Esta Constitución que se caracteriza por ser monárquica, moderada y ecléctica, recoge la cuestión religiosa, los derechos personales, la existencia y el poder de la monarquía constitucional y cuestiones políticas como el sistema bicameral, la separación de poderes y el establecimiento de un solo fuero. Con ello queda asumida la eliminación de los fueros vascos. 3) Soberanía compartida: En relación a la decisiva cuestión de la soberanía, la doctrina constitucional española se dividió en dos grandes bloques: el progresista y democrático, de un lado; el moderado y conservador, de otro. El primero de ellos hizo del principio de soberanía nacional su principal baluarte ideológico; el segundo, se mantuvo fiel al principio de "soberanía compartida" entre el Rey y las Cortes, base de la doctrina conservadora de la constitución "histórica" o "interna" de España. Los textos constitucionales que recogen el principio de soberanía nacional confieren a las Cortes un papel mucho más decisivo en estos asuntos que aquellos otros que se inspiran en el principio de soberanía compartida. Bicameralismo: Es la división del poder legislativo en dos cámaras. En ese sentido, un parlamento bicameral es un parlamento o congreso que posee dos cámaras: una cámara baja, generalmente denominada Cámara de Diputados, y una cámara alta, habitualmente llamada Senado. El sistema gozó de tal aceptación que en el primer cuarto del siglo xix casi todos los parlamentos europeos eran bicamerales o presentaban tendencia bicameralista. 4) Tras el pronunciamiento en Sagunto del general Martínez Campos (diciembre de 1874), Alfonso XII fue proclamado nuevo rey. Con la reposición de los Borbones se inicia el periodo histórico de la Restauración (1874-1923). El artífice de la misma fue Antonio Cánovas del Castillo. El nuevo gobierno puso fin a la 3ª guerra carlista, con la derrota en febrero de 1876; además los fueros de las provincias vascas fueron abolidos, aunque se establecieron conciertos económicos. También finalizó la guerra de Cuba con la Paz de Zanjón en 1878, aunque no fue duradera. El sistema de restauración es conocido también con el nombre de su ideólogo Antonio Cánovas. Y los fundamentos del sistema canovista son los siguientes: El pragmatismo en política, por otro lado la defensa de la ‘constitución histórica o interna’ de España, es decir, de sus costumbres y su historia. También la soberanía compartida entre rey-Cortes frente a la soberanía nacional. Asimismo, un pesimismo basado en el estudio de la historia de la decadencia español. Por otro lado, la necesidad de que el ejército, a cuyo mando supremo estaba el rey, quedase al margen de la política. Por último, un sistema electoral basado en la abstención de gran parte del electorado y en un fraude permanente que garantizase el ‘turnismo”. En cuanto, all sistema canovista este trataba de volver al régimen anterior al Sexenio revolucionario, cansada la clase burguesa de los cambios políticos (monarquía democrática de Amadeo I, república federal, república centralista). Canovas veía necesaria una nueva Constitución moderada y flexible, que evitara los pronunciamientos y mantuviera un orden político y público estables, basados en el equilibrio. Así pues se redacta la Constitución de 1876 que se trata de un texto breve, con sólo 89 artículos, que surgió como una síntesis y un punto intermedio entre las dos constituciones precedentes (1845 y 1869). Fue aprobada por las Cortes mediante sufragio universal, por amplia mayoría. La forma en que se elaboró mostraba el espíritu de partida: el pacto, lo que explica su durabilidad. Su escasa concreción dejaba en manos del gobernante aspectos básicos como el sufragio o la cuestión religiosa. Los rasgos básicos de su texto eran la soberanía compartida (Cortes con el Rey), además amplias atribuciones del monarca (convocar, suspender o disolver las Cortes). El rey mantiene el poder ejecutivo, la dirección del Ejército y ejerce un papel moderador. Y como podemos observar en el documento 2, unas cortes bicamerales y un senado compuesto con miembros de derecho propio y nombrados por la Corona y otros elegidos por las corporaciones y Congreso, con miembros elegidos por los ciudadanos. La Constitución no determinará el tipo de sufragio, remitiéndose a una Ley Electoral que establecerá el sufragio censitario y en 1890 el sufragio universal masculino. En el ámbito religioso, se declaraba al Estado confesional y se le encomendaba el mantenimiento del culto, pero se introducía la libertad religiosa. Así pues, estos eran los aspectos fundamentales de la Constitución de 1876. En cuanto a las bases del sistema canovista, sus características eran la imposición de un sistema bipartidista, dominado por el partido Conservador que se formó en mayo de 1875, y trataba de conciliar a los isabelinos con quienes habían echado del trono a la reina. Para ello, Cánovas integró en su primer gobierno a isabelinos y revolucionarios del sexenio. Y luego el partido Liberal que su origen estaba en el Partido Constitucional, de Serrano y Sagasta. Lo integraban progresistas de izquierdas y derechas de la Unión Liberal. Su bandera era la Constitución de 1869. En 1880, el Centro Constitucional, se unió con el Partido Liberal y se formó el Partido Liberal Fusionista, con Sagasta como líder. Este partido representaba, por tanto, al sector reformista de la Restauración.Conservadores y liberales coincidían ideológicamente en lo fundamental: ambos defendían la monarquía, la Constitución, la propiedad privada y la consolidación del Estado liberal, unitario y centralista. Al margen de estos dos grandes partidos, completan el panorama otros, que estaban excluidos en la práctica de alcanzar el poder. Así pues, había un pacto entre ambos partidos que establecieron un "turno pacífico" que fue un elemento fundamental de la Restauración. Comenzó con la exigencia de Sagasta de que el rey llamase a gobernar en 1881 a su partido. La cesión del rey inauguró el relevo pacífico en el poder de conservadores y liberales, y alejó el riesgo de golpes y motivaciones. Para lograrlo se acordó la manipulación electoral. El fraude permite hablar de democracia puramente formal o ‘sistema liberal sin democracia’. La consolidación del turnismo tuvo lugar durante la regencia de María Cristina (1885-1902), especialmente tras el llamado Pacto de El Pardo entre Cánovas y Sagasta, donde se comprometieron a apoyar a la regencia. De esta manera, el poder político estaba en manos de los altos cargos de Madrid, los gobernadores civiles en las provincias y los caciques en pueblos y pequeñas ciudades. El clientelismo y el populismo fueron dos instrumentos de participación de las masas en la política: el pueblo se sentía parte del sistema a través del cobro de favores, la compra de votos o la fidelidad al patrono. En la práctica este sistema sólo podía funcionar mediante el caciquismo, los caciques controlaban la vida política, económica y social del país, especialmente en las zonas rurales. Para favorecer al partido al que le correspondía gobernar, se manipulaban y falseaban las elecciones y se utilizaba el pucherazo, o sea, la falsificación de las actas electorales. De esta manera podríamos decir que, esta alternancia en el poder se basaba en el falseamiento electoral, es decir, el turno pacífico que era el resultado de un acuerdo previo entre los partidos sobre cuál de ellos debía gobernar en cada momento, en función de las circunstancias. Un conjunto de trampas