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La Divina Commedia - Resumen por cantos, Resúmenes de Literatura Italiana

Asignatura: Literatura italiana I, Profesor: Vicente González Martín, Carrera: Lenguas, Literaturas y Culturas Románicas, Universidad: USAL

Tipo: Resúmenes

2015/2016

Subido el 14/01/2016

Artzalou
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LA DIVINA COMMEDIA DANTE ALIGHIERI
INFERNO
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LA DIVINA COMMEDIA – DANTE ALIGHIERI

INFERNO

RESUMEN DE LA CÁNTICA:

1. Canto I : comienza la alegoría en una selva oscura, símbolo de peligro (pecado), en la que Dante observa lejos unas colinas donde hay luz (esperanza, Dios). En su camino encuentra una pantera (lujuria), un león (soberbia) y una loba (avaricia) que lo persiguen hasta que se encuentra a Virgilio, a quien considera su maestro. Sigue sus pasos. 2. Canto II : invoca el poeta a las musas imitando los textos clásicos. Dante, cuya alma está herida de bajeza (según Virgilio) expresa su temor ante el viaje, pero Virgilio le confiesa que fue enviado por Beatriz para guiarle y que lo protegerá. 3. Canto III : ambos llegan a la Puerta del Infierno, donde hay unas inscripciones que sugieren que es un lugar sin esperanza. Al entrar en ese lugar sin estrellas (luz = esperanza), se oían gritos, llantos y suspiros. Llegan al vestíbulo, donde están los cobardes, condenados a no morir, desnudos y picados por avispas y moscones. Entre ellos está el papa Celestino V, que renunció al cargo. Dante formula preguntas a su guía, pero este se limita a responder que sabrá todo al llegar al Aqueronte. Al llegar hablan con Carón, que los lleva en su barca. 4. Canto IV : tras cruzar el Aqueronte, los poetas prosiguen el camino hacia las profundidades del Infierno, llegando al primer círculo, el Limbo, donde solo se oían suspiros, no llantos, pues sufren un dolor sin tormento los en él se encuentran (no bautizados). Solo unos pocos (Adán, Abraham, etc.) pudieron salir del limbo. Incluso el propio Virgilio perteneció a él. En el Limbo encontraron a Homero, a Horacio, a Ovidio, a Electra, a Eneas, a Héctor, a Orfeo, a Sócrates, a Platón, a Aristóteles, a Averroes, etc. 5. Canto V : llega al segundo círculo, y se encuentra Minos juzgando las culpas en la entrada. En el segundo círculo están los lujuriosos, condenados a ser arrastrados por un torbellino: Seminaris, Cleopatra, Aquiles, Tristán, etc. También aquí se encuentran Paolo y Francesca, a quien Dante estimaba mucho, pero que coloca aquí porque cometen adulterio. Francesca cuenta qué sucedió y Dante pierde el conocimiento y se cae al suelo. 6. Canto VI : cuando recobra la conciencia se encuentra en el tercer círculo, donde llueve constantemente. En él está Cerbero, al que describe con detalle y horror. El tercer círculo lo ocupan los condenados por gula, como el florentino Ciacco, con quien Dante conversa. Los golosos están castigados yaciendo en fango y siendo heridos por Cerbero. Al bajar al cuarto círculo se topan con Pluto, identificado con el señor de la riqueza, no con Plutón = Hades. 7. Canto VII : Virgilio se enfrenta a Pluto, y siguen su camino por el cuarto círculo, donde moran los avaros y pródigos, condenados a empujar enormes moles de piedra. Son en su mayoría cardenales y papas. Atravesando el círculo llegan a la Éstige, del quinto círculo, donde se encuentran sumergidos los iracundos y perezosos. Al cruzarla llegan a una torre. 8. Canto VIII : en la torre encuentran a Flegias, que los lleva en una barca cruzando la Estigia, y se encuentran al florentino Filippo Argenti. Después llegan a los muros de la Ciudad de Dite (Lucifer). Dante, aterrado, confiesa su miedo al lector y, junto con Virgilio, prosigue su viaje. 9. Canto IX : aparecieron en su camino las tres Furias (Erinias: Megera, Tisífona, Alecto), que intentaron interrumpir su marcha. También se toparon con Medusa. Estando dentro llegan al sexto círculo, de los heresiarcas (herejes) sepultados, aunque sus lamentos se oían. 10. Canto X : atravesando el sexto círculo, Virgilio explica a Dante que ahí yacen los epicúreos y Epicuro, y los ateos; además de Farinata degli Uberti (gibelino), Federico II, Cavalcanti, etc. 11. Canto XI : aún en el sexto círculo, pasan por un risco y llegan a una gran caterva donde había un gran hedor. Allí encuentran el sepulcro del papa Anastasio. Siguen su camino y Virgilio informa a Dante: a continuación hay tres círculos menores que engloban el círculo de los violentos (homicidas, suicidas y sodomitas y usureros). Prosiguen el camino. 12. Canto XII : descendiendo por difícil camino se topan con el Minotauro, que custodia el séptimo círculo. En el primer giro están los centauros Quirón, Neso y Folo, que castigan a difuntos como Alejandro, el tirano de Tesalia; Dioniso, tirano de Siracusa, etc., sumergidos en el Flegetonte.

25. Canto XXV : todavía en la misma fosa, ambos prosiguen su camino y encuentran al personaje mitológico Caco, centauriforme, que fue ladrón y homicida, a quien Hércules mató. Encuentran después más espíritus, que sufren metamorfosis por sierpes. 26. Canto XXVI : comienza el canto alabando a Florencia (Dante encuentra a cinco ladrones florentinos) cuanto más se aproximan al fondo, más difícil es continuar. En la octava fosa están los consejeros fraudulentos, que arden en llamas, dentro de un foso: están Ulises (situado aquí pos su astucia) y Diómedes. Los últimos versos son alusiones al viaje de Ulises. 27. Canto XXVII : aún en el mismo punto, los personajes encuentran a un político coetáneo de Dante: Guido de Montefeltro, con quien él mismo dialoga sobre la situación política de distintas ciudades de la Romaña (Rávena, Forlì, Rímini, Faenza e Imola y Cesena). 28. Canto XXVIII : empieza el canto y Dante dice que encuentra difícil describir bien la sangre y heridas que vio en el anterior canto. Continúa su camino llegando a la fosa novena, donde se encuentran los sembradores de discordia (responsables de cismas y problemas políticos, guerras civiles, etc.), condenados a ser mutilados por un demonio que reabre sus heridas. Aquí se encuentra Mahoma y otros musulmanes, y Bertrand de Born, con la cabeza separada del cuerpo. 29. Canto XXIX : acceden a la décima fosa, de los falsificadores (de cosas, persona, moneda, palabra). Allí están los alquimistas (Griffolino d’Arezzo, falsificador de cosas). Condenados a padecer horribles enfermedades que los desfiguran (lepra, rabia, hidropesía). 30. Canto XXX : prosiguen su marcha por esta fosa, encontrando a falsificadores de persona (Gianni Schicchi, Mirra), de moneda (maestro Adamo) o de palabra (esposa de Putifar y Sinón). Se recurre al principio del canto a ejemplos tomados del mundo clásico (rabia de Juno contra Sémele y Hécuba al descubrir la muerte de sus hijos) para explicar los casos de locura que ve allí (rabia: enfrentamiento entre Gianni y Mirra). 31. Canto XXXI : continúan descendiendo y llegan al noveno y último círculo, concretamente al pozo de los gigantes, donde se encuentran con Nemrod (Biblia), Efialtes (hijo de Gea y Urano), Briáreo (Hecatónquiro), Tifón (hijo de Gea y Tártaro), Anteo (Mitología griega). Nemrod le recuerda a la Basílica de San Pedro. Anteo los baja a la siguiente zona: la Caina. 32. Canto XXXII : esta zona era un lago de hielo (Cocito), donde yacían enterrados los pecadores, solo con la cabeza saliente. Eran los traidores de los parientes, como Caín. Encuentran aquí a contemporáneos de Dante como Camicione de’ Pazzi o Sassolo Mascheroni, y a Mordred, que asesinó al Rey Arturo. Llegan a la siguiente zona, la Antenora, que acoge a los traidores de la patria. Allí Dante encuentra a más de mil caras violáceas por el frío, lo cual le produce horror. Siguen su camino y encuentran al conde Ugolino della Gherardesca y el Arzobispo Ruggieri. 33. Canto XXXIII : inicia el canto narrándose la historia de Ugolino, que muerde a Ruggieri (es uno de los momentos más famosos de la Cántica: canibalismo). Prosiguen su camino hacia la zona Tolomea, donde se hallan los traidores de los huéspedes. Allí están Fray Alberigo y Branca Doria. 34. Canto XXXIV : el último canto se corresponde con el fondo del Infierno: la zona Judeca, donde se encuentran los traidores de los benefactores. Aquí se halla Lucifer o Dite (también significa Hades). Al verlo, Virgilio le dice que debe armarse de fortaleza, y Dante confirma que “todo discurso sería poco” para describirlo. Era feo (fue bello antes de rebelarse). La mitad superior de su cuerpo emergía del hielo. Tenía tres cabezas, y cada una devoraba a un cuerpo: Judas, Bruto y Casio. Ambos poetas continúan sin interactuar siquiera con Lucifer (aislado en inalcanzable soledad). Empiezan a bajar por sus piernas y llegan a un pasadizo subterráneo, largo y áspero, que conduce al hemisferio sur, donde está el Purgatorio. Finaliza el canto así “y entonces salimos a ver las estrellas” (luz, esperanza).

PURGATORIO

12. Canto XII : Dante continúa su camino junto a Oderisi. Se dan ejemplos de soberbia que han sido castigados de forma ejemplar: Lucifer, Briareo, Nembrot, Niobe, Saúl, Aracne, Roboam, Erífile, Sennacherib (rey de Asiria), Holofernes, y por último, Troya. Dante se sorprende por todo lo que han recorrido, cuando aparece el ángel de la humildad, que bate las alas sobre su frente, haciendo que desaparezca una de las siete P. Continúan a la segunda cornisa. 13. Canto XIII : continúan el camino. Virgilio fijó sus ojos al sol, y Dante autor introduce una alabanza a la luz (esperanza, Dios). En la segunda cornisa están los envidiosos, sentados a los lados del camino, y condenados a tener los párpados cosidos y llevar mantos que pinchaban. 14. Canto XIV : continuando la ruta por esta cornisa, Dante se topa con Guido del Duca y Rinieri da Calboli. Continúan su camino y escuchan una voz que se identifica como Aglauro, hija del rey de Atenas, convertida en roca por haber envidiado a su hermana amada por Mercurio. Este es un ejemplo de castigo por envidia. 15. Canto XV : quedan unas tres horas para el anochecer y se encuentran entonces con el ángel de la misericordia, que les indicó un camino más fácil. Le quedan 5 P. Llegan a la tercera cornisa, y Dante tiene una visión estática de una mujer en la entrada. Desaparece de pronto. En esa zona están los iracundos, que caminan sobre un humo denso y oscuro. 16. Canto XVI : los iracundos entonan el “agnus dei”. Estando en esta cornisa encuentran a Marco Lombardo que pregunta a Dante quién es, teniendo el presentimiento de que se trata de alguien vivo. Hablan del libre albedrío. 17. Canto XVII : parte el poeta de un apóstrofe al lector, aludiendo a una situación real para describir lo que Dante personaje vió: describe los humos de la cornisa comparándolos con la niebla de los Alpes. Se dan a continuación ejemplos de ira castigada (Procne, convertida en ruiseñor; Amán; etc). Encuentran al ángel de la paz, que quita una tercera P de la frente de Dante. Después, ambos peregrinos discuten sobre la doctrina del amor y el orden del purgatorio: Dios creó a los humanos en un acto de amor, y este amor es de dos tipos: natural (nunca se equivoca) y el de ánimo (de elección o voluntad: libre albedrío). Así, el purgatorio se divide en tres secciones: amor que peca por mal objeto (1º, 2º, 3º), amor que peca por falta de vigor (4º) y que peca por demasiado vigor (5º, 6º, 7º). 18. Canto XVIII : Virgilio termina de explicarle y Dante lo reconoce como un verdadero guía que ilumina su conocimiento. Siguen discutiendo sobre el amor y el libre albedrío, reflejando la influencia de la metafísica aristotélica. Continúan su camino, ya de noche, y llegan a la cuarta cornisa, donde están los perezosos (como el abad de San Zenón de Verona), condenados a correr continuamente. Gritaban ejemplos de pereza castigada. Dante se duerme. 19. Canto XIX : Dante sueña poco antes del alba con una “femmina balba” (mujer gaga), que balbucía, era bizca, malformada (manca y con pies torcidos) y pálida, que empezó a cantar que era la dulce sirena que atraía a los marineros como Ulises. Se despierta y retoma el camino, topándose con el ángel de la aprensión, que le quita la cuarta P. Llegan a la quinta cornisa, de los avaros y pródigos, que yacen atados de pies y manos en la tierra. Allí está el papa Adriano V. 20. Canto XX : Dante dialoga con Adriano V. Después se encuentra con Ugo Capeto y habla con él. El canto concluye con el alejarse de los dos peregrinos, cuando un terremoto tiene lugar y aterroriza a Dante. El terremoto viene seguido de un Gloria in excelsis Deo. 21. Canto XXI : aparece Estacio improvisadamente tras el terremoto. Este le explica la naturaleza metafísica del Purgatorio: es una montaña inmune completamente a los agentes atmosféricos normales, y también a los que producen terremotos. Estacio ha estado en esa cornisa más de quinientos años, y ahora ha intentado de subir, y de aquí el terremoto y el canto. Virgilio y este personaje se reconocen. Después viene un ángel que quita la quinta P de la frente de Dante. 22. Canto XXII : llegan a la sexta cornisa y apresuraron el paso. Dante escuchaba el coloquio entre Virgilio y Estacio, el cual cuenta su pecado: su avaricia; pero estaba en el Purgatorio porque era cristiano. Virgilio le cuenta que el resto de grandes clásicos está en el primer círculo del Infierno ( carcere cieco = sin luz). En su camino encuentran un árbol en mitad del camino. Oyen una voz que grita que no coman los frutos del árbol.

23. Canto XXIII : en la secta cornisa se encuentran con los golosos, que se presentan un aspecto de importante delgadez y ojos como “anillos sin diamantes”. Están condenados a ver un árbol con fruta y no poder comerla. Se encuentran con los tres, y Dante reconoce especialmente a Forese Donati. 24. Canto XXIV : Dante habla con Forese, después encuentra al estilnovista Bonagiunta, que lo reconoce como poeta con su “donne ch’avete inteletto d’amore” y él le dice “Amor me inspira, anoto, y del modo que me dicta adentro voy significando”. Después se describen ejemplos de gula castigada ejemplarmente y finalmente aparece el ángel de la templanza, que le quita a Dante otra P. 25. Canto XXV : avanzan a la séptima cornisa mientras Dante reflexiona cómo es posible quedarse flaco si en el Purgatorio no hay necesidad de comer. Estacio le responde que es ese su castigo. Estacio continúa explicándole que cuando el hombre muere, el alma abandona el cuerpo llevándose la parte humana (vegetativa y sensitiva) o bien la divina (racional), de acuerdo con Aristóteles. Encuentran después a los lujuriosos y sodomitas, castigados a caminar en fuego. 26. Canto XXVI : continuando su camino por esta zona, Dante encuentra a Guido Guinizzelli, a quien el poeta afirma su admiración y quiere abrazarlo pero no lo hace por temor al fuego (en su diálogo se dice que él es el fundador de rimas dulces y bellas, y de ahí el nombre de dolce stil novo. Después, prosiguiendo su camino, los peregrinos encuentran a otro poeta: Arnaut Daniel. 27. Canto XXVII : caminando se encuentran los poetas con el ángel de la castidad, que le quita a Dante la última P. Llegan a un muro de fuego, última barrera que lo separa de Beatriz. Lo cruzan los tres poetas. Anochece y Dante vuelve a soñar, esta vez con una joven y bella mujer que canta cogiendo flores: es Lia (personaje bíblico). Al amanecer, para subir al paraíso terrenal o Edén, Dante se despide de Virgilio, que lo acompañará hasta que encuentre a Beatriz, pero desde ese momento no podrán hablar. Estacio, no obstante, sí seguirá acompañándolo. 28. Canto XXVIII : comienza el canto Dante expresando su entusiasmo por haber llegado ya al Edén Es un lugar agradable, boscoso. Al llegar ve a una mujer cogiendo flores que le recuerda a Proserpina; es Matelda. Ella le habla del Edén y del Bien sumo. 29. Canto XXIX : siguiendo a Matilda que canta el salmo XXXI, Dante camina en sentido contrario del curso del río Lete, río en el cual uno se baña para olvidar sus pecados. Es espectador entonces de una procesión inspirada en la simbología bíblica, cuya descripción ocupa todo el resto del canto. 30. Canto XXX : continúa la descripción del canto precedente en el inicio del canto. Aparece entonces Beatriz con un séquito de ángeles en el momento del alba (momento alegórico de renacimiento de la esperanza). Aparece vestida de rojo, con un velo cándido. Después, Virgilio se va (representa la razón humana, y ahora Dante se abre paso a la Teología, una ciencia superior). 31. Canto XXXI : Beatrice reprocha a Dante varias cosas, por las cuales él se avergüenza y arrepiente, y termina desmayándose. Al recobrar la conciencia se sumerge en el Lete y Beatriz le muestra su sonrisa. Termina el canto con una alabanza a esta mujer. 32. Canto XXXII : Dante presencia otra procesión, en la que todos murmuran “Adamo” caminando en torno a una planta sin hojas. Dante después tiene un sueño, del cual se despierta de repente porque una voz lo invita a levantarse. Matelda está mirándolo, y lo invita a contemplar a Beatriz sentada bajo el árbol, rodeada por las siete Virtudes. 33. Canto XXXIII : Las virtudes cardinales y teológicas cantan alternándose el inicio del salmo 78 (Deus, venerunt gentes), llorando, y Beatrice lo escucha triste. Los viajeros llegan al Eunoè guiados por Matilda. Dante poeta se dirige entonces al lector para explicar que si tuviera más espacio para describir la dulzura insaciable del agua que bebió de ese río lo haría, pero no lo hace por el “freno del arte”. En el último verso él se dice preparado para subir a las estrellas, es decir, al cielo (al Paraíso).

RESUMEN DE LA CÁNTICA:

1. Canto I : es una introducción a la nueva cántica y el tercer y último reino. Comienza con una invocación a Dios y continúa con una invocación a Apolo, a quien ya había llamado en el Infierno, y a las Musas, a quienes ya invocó en el Purgatorio. Dante ya libre de pecado, junto a Beatrice, asciende. 2. Canto II : inicia el canto con una advertencia a los lectores: quienes quieren seguir sus pasos, si no son expertos en teología, se perderán. Llevados por el deseo del Empíreo, con velocidad a la que se ve rodar el cielo estrellado, Beatrice dirige su mirada al cielo y Dante la admira. Ambos dialogan: Beatrice le explica a Dante el fenómeno de las manchas lunares, pues observan la luna en su ascensión. Beatrice le da una explicación metafísica: la luminosidad de los cuerpos celestes varían en función de la fuerza de su virtud, razón por la cual unas estrellas son más brillantes que otras. Esto se aplicaría también a las piedras preciosas. 3. Canto III : tras escuchar la explicación de Beatrice, ambos personajes llegan al primer grupo de almas de beatos. Dante cree que son figuras reflejadas, pero no lo son. Les pregunta quiénes son y por qué están en el Paraíso: es el primer cielo (Luna - ángeles), donde están los beatos que no han respetado los votos debido a una constricción. Esto se lo explica Piccarda Donati, monja del convento de santa Clara secuestrada por sus hermanos para obligarla a casarse, haciéndola así renunciar a su matrimonio con Dios. 4. Canto IV : el canto comienza con dos dudas que le surgen a Dante después de hablar con Piccarda, pero como el poeta no sabe por cuál comenzar se sume en el silencio. Aunque no hable, al conocer lo que dios conoce y por ende su pensamiento, las hace explícitas: la primera se refiere al hecho de si no hacer un bien pueda disminuir el mérito del bato; la segunda se refiere al descenso de las almas de las estrellas a los cuerpos humanos y de su regreso al cielo, tal y como explicaba Platón en Timeo. Beatriz resuelve sus dudas. 5. Canto V : Beatrice y Dante siguen hablando, y después suben al siguiente cielo, el cielo de Mercurio, donde están las almas que durante su existencia terrenal hicieron el bien para alcanzar la fama y conseguir honores (arcángeles). Encuentran a un numeroso grupo de beatos. 6. Canto VI : Dante se acerca al grupo de beatos y habla con el emperador romano Justiniano. Aprovecha aquí el autor para reflexionar sobre la historia y función del Imperio, así como para introducir una crítica a los güelfos y gibelinos. Justiniano le presenta a Dante a Romeo de Villanova, un humilde peregrino que se hizo confidente del conde Ramón Berenguer V de Provenza. 7. Canto VII : Dante termina de hablar con Justiniano y entonces una duda más lo atormenta, pero no es capaz de comunicársela a Beatrice. La cuestión consiste en cómo es posible que Dios haya escogido la muerte del Hijo para rescatar la humanidad del pecado. 8. Canto VIII : comienza el canto con la percepción del ascenso por parte de Dante, pues se ha incrementado la belleza de Beatrice. Envueltos en el esplendor de Venus hay infinidad de destellos. Así pues, se encuentran en el tercer cielo. Allí encuentran a Carlos Marte, hijo de Carlos II de Anjou. 9. Canto IX : Dante habla con Carlos Martel, que le aclara una duda sobre la diversidad existente entre los humanos, y a continuación lanza un oscuro vaticinio sobre una calamidad que afectará a los de su estirpe. Es la primera de las tres profecías del canto (las otras son de Cunizza y Fulco). Dante encuentra después a Cunizza da Romano y al trovador provenzal Fulco de Marsella. Más tarde encuentra el alma de Raab de Jericó. 10. Canto X : el canto comienza con una explicación del autor sobre la perfección del orden mundo divino. Continúa su viaje al cuarto cielo, el del Sol, donde se encuentran beatos que son espíritus sabios, ya célebres en el mundo por la calidad de su doctrina, que consistió en especulaciones filosóficas, teológicas o místicas. Emiten luz. Son: Tomás de Aquino, Alberto Magno, Graciano, Pedro Lombardo, el rey Salomón, Dionisio Areopagita, etc. 11. Canto XI : este canto empieza con una severa comparación entre los bajos anhelos y ambiciones de la vida terrena y el estado de beatitud y gloria que se alcanza en el cielo. Dante habla con Tomás, que realiza un elogio a san Francisco de Asís, y también habla de la decadencia de los dominicos.

12. Canto XII : siguiendo su camino por este cielo, Dante encuentra al espíritu de san Buenaventura, que describe la decadencia de los franciscanos. Dante encuentra a más sabios: san Agustín, san Anselmo, y otros más. 13. Canto XIII : el poeta inicia el canto con otro apóstrofe al lector, pidiéndole que reconstruya mentalmente una imagen fantástica en la que aparecen varias estrellas y constelaciones. El canto termina hablando de los juicios humanos incautos y erróneos. 14. Canto XIV : tras hablar con Salomón, Dante y Beatrice prosiguen hacia el quinto cielo, que a Marte corresponde. En él hay almas de beatos que brillan en una luz roja, dispuestos en dos líneas en forma de cruz griega, como si fueran dos rayos. Estos beatos son combatientes por la fe. 15. Canto XV : Dante encuentra a varios beatos: Cacciaguida, Josué, Judas Macabeo, Carlomagno, Roldán, entre otros. Dante conversa con Cacciaguida, que es su tatarabuelo. El canto finaliza con un elogio a la Florencia antigua, que ocupa prácticamente la segunda mitad del canto. Esto da una idea de que la sigue considerando su ciudad. 16. Canto XVI : en este canto se continúa hablando de Florencia, pero centrándose en la decadencia de las antiguas familias florentinas. 17. Canto XVII : todavía dialogando con su tatarabuelo, este profetiza su destierro, y también le dice que no se calle, sino que tiene que gritar (como en la Biblia dice Juan Bautista “grita en el desierto”). 18. Canto XVIII : Dante medita sobre las palabras de Cacciaguida, hasta que Beatrice lo anima a seguir. Llegan al cielo de Júpiter, donde brillan más los ojos de la mujer, y no con un destello rojo, como en el cielo de Marte, sino cándido. Aquí están los beatos justos. 19. Canto XIX: Las numerosas almas que aquí encuentran se disponen formando la imagen de un Águila que resplandece como pequeños rubíes. Esta forma mueve las alas como un halcón. A Dante le surge una nueva duda, acerca de la justicia de Dios. Es el Águila quien le responde. 20. Canto XX: en la forma del águila, Dante reconoce algunas personalidades, como David, Trajano, Constantino o Rifeo. 21. Canto XXI: una vez termina el Águila su discurso, los dos protagonistas ascienden al cielo de Saturno, donde Dante ve aparecer una escalera dorada que se alza más allá el límite de su vista. De ahí descienden y suben los beatos, que son espíritus contempladores. Al subir, algunas desaparecen. Dante reconoce a San Pier Damiani. 22. Canto XXII: Dante encuentra entre los demás espíritus a San Benedicto, con quien discute la decadencia de los benedictinos. Después, Beatrice y Dante suben al cielo de las estrellas fijas, donde están las almas triunfantes. 23. Canto XXIII: ambos observan el cielo iluminarse: es el Triunfo de Cristo. La alegría que siente Dante supera su capacidad descriptiva. Después observan el Triunfo de María, que asciende al Empíreo. 24. Canto XXIV: encuentran a San Pedro, que examina la fe de Dante, y aprueba que continúe su camino hacia el Empíreo. Contento por ello, san Pedro lo abraza y lo bendice con un canto. 25. Canto XXV: Dante y Beatrice encuentran al apóstol Santiago, que examina su esperanza. Después encuentran a san Juan. Los tres santos cantan a su alrededor. 26. Canto XXVI: Dante es ahora examinado por san Juan sobre su caridad. Después, se encuentra con Adán, el primer hombre creado por Dios. 27. Canto XXVII: san Pedro hace una invectiva contra los papas corruptos. Después, Dante se eleva con Beatrice al último cielo: el Primer Móvil, un cielo en el que no hay almas, pero se puede ver desde él toda la jerarquía de los ángeles. Las inteligencias motrices que mueven cada cielo del primero al noveno son: ángeles, arcángeles, principados (primera jerarquía); potestades, virtudes, dominaciones (segunda jerarquía); tronos, querubines y serafines (tercera jerarquía). 28. Canto XXVIII: en este cielo no hay beatos. Dante observa los nueve corazones angélicos que rodean el Punto divino. A Dante le surge una nueva duda acerca de la ordenación del paraíso: hay una correspondencia entre los nueve cielos y los nueve corazones angélicos. 29. Canto XXIX: en este canto se habla sobre los ángeles: ángeles buenos y rebeldes, y más sobre ellos.