¡Descarga La prevención del delito mediante el diseño urbano. Técnicas de Criminología Ambiental y más Tesis de Bachillerato en PDF de Criminología solo en Docsity! Criminología Ambiental. La prevención del delito a través del estudio del diseño urbano. Trabajo Fin de Grado Carla Pozuelo Fúnez Grado en Criminología Curso 2017 - 2018 Directora: Lorena Antón García Universitat Oberta Coordinador: de Catalunya Marc Balcells Magrans A -¿Dónde moras, si se puede saber? -En los suburbios de una ciudad —dijo él-. Merodeando por las esquinas y los callejones ciegos donde asaltantes y ladrones, como es sabido, aguardan en sus secretas y temibles guaridas. Diálogo de los Cuentos de Canterbury Geoffrey Chaucer (1386) teorías tales como las actividades rutinarias o la teoría del patrón delictivo a los ciberdelitos?, ¿se podría establecer un lugar concreto desde donde se produjeron? A través de la realización de este trabajo intentaremos dar respuestas a estas cuestiones. 1.1.Objetivos. Los objetivos propuestos para la elaboración del Trabajo de Final de Grado son: e La realización de una investigación documental sobre la Criminología Ambiental. e Llevar a cabo una revisión histórica de la Criminología Ambiental. e Analizar las técnicas empleadas en este ámbito para su aplicación en la sociedad. + Comprender el funcionamiento de los perfiles geográficos y de los SIG (Sistema de Información Geográfica). e Estudiar la creación de mapas temáticos y su aplicación para la prevención del delito (mapas delincuenciales y análisis de hot spots). e Encontrar pautas aplicables de las técnicas de la Criminología Ambiental para la prevención de la Ciberdelincuencia. 1.2. Metodología El método escogido es un método cualitativo, en concreto una revisión bibliográfica, tanto nacional como internacional (libros, artículos, blogs, webs, etcétera). En la primera aproximación bibliográfica que he realizado con los términos que nos proponemos, he encontrado un rico material, por ejemplo, el libro titulado Criminología ambiental: Ecología del delito y de la seguridad de Laura Vozmediano y César San Juan; además, he indagado en bases de datos bibliográficas a través de Internet, como la norteamericana PubMed y bibliotecas virtuales de otras universidades españolas como la Universidad de Murcia o la Universidad Complutense de Madrid, con materiales y repertorios bibliográficos interesantes para el estudio de la Criminología Ambiental. 2. ¿Qué es la Criminología Ambiental? Cuando se investiga una escena del crimen, la primera pregunta que se formula es ¿qué ha pasado?; la segunda pregunta que suele realizarse, y suponemos la más importante, es ¿quién ha sido?; finalmente, en la mayoría de las investigaciones policiales se llega a preguntar un porqué, intentando averiguar qué clase de problemas psicosociales llevan a un individuo a cometer algún acto delictivo. Pero existe otra pregunta que une y tienen en común las tres anteriores y es ¿dónde?, ya que cualquier delito se comete en un lugar determinado. Por ello, en este trabajo se pretende hacer referencia, sin dejar de tener en cuenta los otros motivos, a las respuestas de dónde y, en menor medida, de cuándo. De esta manera, podemos definir la Criminología Ambiental como una rama de la criminología que estudia el espacio o lugar y el momento en el que se ha cometido algún hecho delictivo. Son diferentes perspectivas teóricas las que intentan explicar y prevenir el delito a partir de las influencias situacionales: el diseño de las calles, de los edificios, la luminosidad, la cuantía de árboles, de garajes, de personas, etc. Todo ello afecta de una manera o de otra a la comisión o no de un acto criminal. Pero, ¿qué es lo que ha provocado que las ciudades sean consideradas cada vez más como un escenario del crimen? Uno de los problemas principales ha sido la evolución de las urbes. En las últimas décadas los núcleos urbanos han crecido de manera desorbitada debido al éxodo rural, a la búsqueda de nuevas oportunidades, la necesidad de un crecimiento económico, la riqueza cultural o el turismo (Corraliza y Aragonés, 1993). Todo ello ha traído consigo diversos problemas: e Un crecimiento desmesurado y veloz de las ciudades. No sólo el éxodo rural ha llevado a las ciudades a este aumento, también la afluencia de inmigrantes, tanto legales como irregulares, ha hecho que las ciudades tengan que adaptarse velozmente para poder gestionarse de forma adecuada y poder evitar la superpoblación, la desorganización y el 5 aumento de la criminalidad. Además, uno de los graves problemas de esta evolución es el desempleo, ya que, aunque el mercado laboral sea mayor, si se sobrepasa el nivel de demanda el resultado será de paro forzoso. e Disminución de las relaciones sociales. En las grandes ciudades, a diferencia de los pueblos, no se mantienen unas relaciones tan cercanas entre las personas debido a la cantidad de gente que se concentra y la disminución del tiempo social. Este hecho lleva a una reducción de la cohesión social que hace las relaciones más impersonales y, por lo tanto, a una indiferencia ante cierto tipo de actos vandálicos o delictivos. El individualismo conduce al anonimato, y el anonimato lleva a tener miedo de la persona que no se conoce y a un sentimiento de indiferencia. + Aumento de las oportunidades delictivas. Las grandes ciudades dan lugar a un escenario amplísimo para la comisión de delitos. Las oportunidades delictivas son aspectos del ambiente (físico, social o virtual) capaces de incitar o favorecer conductas ilícitas. Todas estas características llevan a los ciudadanos a una situación de incertidumbre y de sensación de inseguridad, además del estrés que puede provocar el medio urbano en sí mismo. De esta sensación de la ciudadanía surge el llamado miedo al delito. Según la perspectiva situacional que describen Fernández y Corraliza (1996), se describe el miedo al delito como una reacción ante una percepción de un peligro real en un lugar concreto categorizado como peligroso. En resumen, el miedo al delito es una reacción emocional a los riesgos de la violencia que puede sentirse en un lugar concreto. Explicar y medir el miedo al delito es una tarea complicada, ya que al ser una reacción emocional es diferente en cada individuo; lo que se siente como inseguro para algunas personas no lo será para otras. Además, la sensación de inseguridad que suele tener la ciudadanía no se corresponde, normalmente, con las tasas de delincuencia real. Para ello, se debe comprobar las tasas de criminalidad existentes en la zona y compararla con encuestas realizadas a la examinan los pros y los contras que pueden suceder dependiendo de la elección de la víctima/objetivo y de la zona donde pretendan realizarlo. Un lugar con las características expuestas anteriormente sería el idóneo para las actividades delictivas. Esta teoría está estrechamente relacionada con la teoría de las actividades rutinarias (Cohen y Felson, 1979). Debemos tener en cuenta que, de la misma manera que existen unas características físicas que ayudan o que favorecen la comisión de delitos, existen unos atributos que pueden determinar si la víctima o el objetivo es adecuado. Felson y Clarke (1999) describieron dichos atributos a través del esquema VIVA: + Valor, calculado por el delincuente. e Inercia, los aspectos físicos de la persona o del bien que son un obstáculo. e Visibilidad del bien o de la persona. + Accesibilidad, aumenta el riesgo de ataque. Con estos atributos, Cohen y Felson (1979) explicaban años antes que la probabilidad de que se cometa un delito en un lugar y tiempo específicos puede emplearse como función de la convergencia de transgresores posibles y objetivos apropiados en ausencia de vigilancia adecuada. Con ello, querían demostrar que la existencia de un delincuente motivado que está buscando una oportunidad, junto con un objetivo adecuado disponible y la ausencia de un guardián capaz, dará lugar a la consumación del hecho delictivo. Podemos observarlo en el siguiente gráfico: Gráfico 2: Triángulo de la Criminalidad Objetivo/ Victima Vigilante / Guardián Fuente: Eck, 2008. La coincidencia física de las tres variables es lo que generará la oportunidad de que se produzca el delito. Una explicación a nivel macro (fenómenos y procesos con grandes unidades, a largo plazo, organizadas por algún tipo de estructura o sistema social) podría exponer que, dada la organización social existente y las actividades que se realizan de forma rutinaria en la sociedad, podrá llevar a que la aproximación entre delincuentes y objetivos sea mucho más factible en lugares y momentos concretos. Desde una explicación micro (interacciones entre los individuos), se expone que, cuando el infractor motivado se encuentre en el mismo lugar que el objetivo en ausencia de un guardián, ocurrirá el delito (Eck, 2008). Las teorías concuerdan en el concepto de “oportunidad”. Si no existe la oportunidad, no se cometerá un delito. La teoría de la oportunidad, según Felson y Clarke, se puede describir como una “perspectiva que explica la conducta delictiva como una función de las características propias de ciertas situaciones en que, quienes son propensos a aprovecharlas, encuentran oportunidades de obtener beneficios mediante la comisión de un acto ilegal” (Felson y Clarke, 1999). Las teorías de la oportunidad presentan diez principios: + Las oportunidades desempeñan un papel en la causa de todo delito. + Las oportunidades delictivas son sumamente específicas. + Las oportunidades delictivas están concentradas en el tiempo y el espacio. + Las oportunidades delictivas dependen de los movimientos cotidianos. + Un delito crea oportunidades para otro. + Algunos productos ofrecen oportunidades delictivas más tentadoras. + Los cambios sociales y tecnológicos producen nuevas oportunidades delictivas. + Las oportunidades delictivas pueden reducirse. + Lareducción de oportunidades no suele desplazar el delito. + Una reducción de oportunidades focalizada puede producir un descenso de delitos más amplio. 10 Una de las teorías centrales de la Criminología Ambiental que nos ayuda a comprender cómo se configuran los delitos en el espacio urbano es la teoría del patrón delictivo creada por el matrimonio Brantingham. Esta teoría parte del hecho de que los delincuentes hacen vida exactamente igual que el resto de la sociedad, tienen un trabajo, una casa y un área de compras y de ocio y que, por consiguiente, para ahorrar tiempo y distancia suelen cometer los delitos en espacios cercanos a su residencia, lugar que, además, conocen a la perfección. La teoría expone tres conceptos: por un lado, nos encontramos los nodos, que son los lugares que normalmente visitamos (casa, trabajo, supermercado, cine, restaurantes, bares, etc.); por otro lado, las rutas que seguimos para llegar a dichos nodos; y, finalmente, los límites, que son las fronteras donde la gente realiza sus actividades cotidianas. Un delincuente motivado, un objetivo accesible y alguna de estas zonas, darán la oportunidad de que ocurra un hecho delictivo (Brantingham y Brantingham, 1991). 2.1.Evolución de la Criminología Ambiental Se puede decir que gracias a la evolución del Derecho Penal y a la creación del cuerpo de policía, así como del sistema penitenciario, aparecieron en el Siglo XIX los primeros mapas del delito. A esta evolución y creación ayudó la recopilación de información estadística de suicidios y delitos llevada a cabo por la denominada Estadística Moral. Algunos autores destacables fueron Adolfe Quetelet, André-Michel Guerry y Adriano Balbi, juntos descubrieron que la distribución del delito no era homogénea, que existían diferencias en los patrones de delitos cometidos contra personas o contra propiedades y que estos patrones se mantenían a lo largo del tiempo (Balbi y Guerry, 1829). Más tarde, en 1925 La Escuela de Chicago, en concreto Park y Burguess, crea el concepto de ecología humana, el cual hace referencia a como las personas están interrelacionadas con el ambiente, con el entorno espacial y temporal. Se desarrollan algunos estudios como el modelo concéntrico de desarrollo de la estructura urbana de Burguess (1925), cuya teoría expone que las ciudades están formadas por cinco zonas concéntricas principales y que cada zona hace distintos usos del territorio. Gracias a este estudio, los autores Shaw 11 3. Primeros estudios geográficos de la delincuencia Hasta ahora hemos visto cómo los teóricos de la delincuencia empiezan a interesarse en otros aspectos relacionados con la comisión del delito, en concreto, con el ambiente físico. Gracias a estas preocupaciones, se empezaron a realizar estudios geográficos y a desarrollar posibles técnicas que pudieran ayudar al estudio de la delincuencia teniendo sus bases en las teorías de la Criminología Ambiental y en las Teorías de la Oportunidad. 3.1.Los perfiles geográficos en la investigación criminal Los perfiles geográficos son una serie de técnicas y procedimientos desplegados estratégicamente por las fuerzas de seguridad para la investigación de los delitos, utilizando los patrones y tendencias geoespaciales para poder priorizar las áreas de actuación del delincuente al que se persigue o del delincuente potencial para evitar la comisión de delitos. Tras el estudio de todo lo que se puede averiguar en la escena del crimen (dónde fue seleccionada la víctima, dónde fue cometido el crimen, la ruta que realizó el agresor para dejar a la víctima, cuándo y dónde se localizó a la víctima), este perfil se focaliza en los factores geográficos que lo rodean, como puede ser el tipo de lugar del crimen (calle, parque, plaza, vivienda, parking, etc.), los caminos, la luminosidad, etc. Kim Rossmo, uno de los promotores del perfil geográfico, lo describe como una metodología de investigación criminal que analiza la ubicación de los delitos dentro de una serie para determinar la zona que es más probable que el autor de los hechos resida (Rossmo, 1998). Por otro lado, Garrido y López lo definen como “una técnica de análisis de la actividad espacial o geográfica aplicada a la investigación criminal” (Stangeland y Garrido, 2004). Otros autores la definen como una parte del análisis conductual dirigida al examen de las tomas de decisiones del delincuente en los ámbitos geográfico y temporal, con el objetivo de prestar apoyo a las investigaciones. Lo que sí podemos concluir es que el 14 principal objetivo que ha tenido la perfilación geográfica era acercarse lo máximo posible a la zona donde actúa el delincuente. Algunos autores exponen que la técnica de la perfilación espacial comenzó a desarrollarse en el siglo XIX gracias al interés del Dr. John Snow, del cual se dice que fue pionero en el análisis de datos geográficos. En 1854, Londres sufrió una epidemia de cólera y el Doctor Snow, mediante el trazado de la distribución de las calles, utilizando el método de análisis de puntos sobre el mapa, buscó los pozos de agua para averiguar cuál era el que estaba contaminado, hasta que finalmente dio con el foco de la infección (Tejeiro, Soria y Gallardo, 2016). Otra aproximación histórica de la técnica la realizó el doctor y biólogo forense Stuart Kind, que ayudó a la policía de Scotland Yard en el caso de “El destripador de Yorkshire”. A Kind se le ocurrió aportar sus conocimientos de cartógrafo, anotando las horas y las fechas de las agresiones cometidas. Consiguió elaborar ciertas premisas que le llevaron a esclarecer de manera acertada que el asesino vivía entre dos ciudades. 3.1.1. Teorías principales Una de las principales teorías que ayudó al desarrollo de la perfilación geográfica fue la Teoría del Patrón Delictivo desarrollada por el matrimonio Brantingham (1991), la cual, como hemos explicado anteriormente, busca realizar estrategias para combatir el crimen estableciendo una serie de reglas que ayudan a predecir los patrones de los delincuentes y explicándolos en términos ambientales. Otro autor relevante en el impulso de la técnica fue David Canter (2004) con la denominada Teoría del Círculo. Dicha teoría tiene su origen en la hipótesis de la consistencia delictiva, la cual expone que cada delincuente tiene un modo de realizar su crimen y que éste, el crimen, es consistente o permanente a través del tiempo, aunque se realice en distintas situaciones, exponiendo su conducta diaria e incluso las razones que el delincuente tiene para delinquir. El autor divide la consistencia en dos tipos: una “consistencia interpersonal” basada en la 15 interacción de la víctima con el victimario y una “consistencia espacial”, identificada con el área geográfica. En su base, la teoría del círculo explica que tras realizarse un círculo alrededor de todos los delitos que se han cometido, el domicilio o la base central del criminal se encontrará dentro de ese círculo. Canter explica que el radio del círculo (distancia entre el domicilio y el delito más lejano o rango del crimen) se define como la mayor distancia que un delincuente está dispuesto a recorrer a fin de cometer sus crímenes (Canter, 2004). Finalmente, el autor más relevante y representativo en el desarrollo y uso del perfil geográfico es el citado criminólogo Kim Rossmo. Este autor fue detective en Vancouver y, mientras tanto, creó un programa informático llamado CGT (Sistema de Blanco Geográfico Criminal) con el cual, a través de una sucesión de los SIG, técnicas geoespaciales que explicaremos más adelante, y algoritmos matemáticos se podía producir una serie de datos sobre las localizaciones identificadas en un crimen y ayudar, de esta manera, a los investigadores en la localización del domicilio del delincuente. Desarrolló un algoritmo matemático bastante preciso en el que, al introducir los datos relevantes de crimen en el programa, por ejemplo, el punto exacto de las escenas de los crímenes, datos destacables de testigos, lugar de secuestro de las víctimas y lugar donde se encontró el cadáver, proporcionaba tres datos principales (Rossmo, 2000): e Ladenominada Buffer Zone o zona de confort: zona elegida para cometer el crimen cercana al domicilio o al trabajo que proporciona seguridad al criminal. e Las rutas por donde se ha desplazado el agresor. e Elárea de peligro, probablemente donde resida el delincuente. Una de las aportaciones más importantes de Rossmo, además de la creación del programa, es el principio de decaimiento con la distancia. Este principio explica que, tras un análisis matemático, el número de crímenes disminuye a medida que el agresor se distancia de su zona de anclaje o de confort (buffer zone). Finalmente, tras el estudio de las posibles rutas realizadas por los delincuentes, desarrolló 4 tipologías delictivas basadas en la movilidad: cazadores, tramperos, merodeadores y pescadores (Rossmo, 2000). 16 e Tendencia: realizar comparaciones. + Rutas: cálculo de las mejores rutas entre puntos. + Pautas: detección de pautas espaciales. + Modelos: generación de modelos a partir de hechos. 4. La Criminología Ambiental en la prevención del delito Todas las teorías y técnicas que hemos ido nombrando ayudan de forma sustancial a la investigación del crimen, y lo hacen dando una base teórica a la prevención situacional. Nos situamos en una perspectiva que hace hincapié en cómo se comete el delito, es decir, hablamos del crimen no de la criminalidad ni de las razones por la cual se perpetra el delito, para poder plantear estrategias o técnicas que ayuden a reducir los posibles beneficios esperados que desea el agresor al consumar el acto delictivo y reducir sus oportunidades. Haciendo referencia al resto de teorías explicadas, podemos decir que la prevención situacional pretende reducir las oportunidades delictivas a través del estudio de la teoría de las actividades rutinarias; acrecentar el riesgo que supone para el delincuente cometer el acto, basándonos en la teoría de la elección racional; y analizar y predecir los patrones delictivos y movimientos que realice el delincuente, sostenido en la teoría del patrón delictivo (Galindo, 2014). La prevención situacional del delito ha desarrollado una serie de técnicas, 25 para ser concretos, que pueden ayudar a disminuir las oportunidades del infractor y sus beneficios. Dichas técnicas se encuentran divididas en 5 categorías distintas: + Aumentar el esfuerzo. Hacer que la comisión del acto delictivo sea difícil para el infractor. + Aumentar el riesgo. Que las posibilidades de que se pille al infractor sean mayores. + Disminuir los beneficios. Hacer el objetivo menos rentable. e Reducir provocaciones. Reducir las disposiciones emocionales que pueden llevar a la comisión del delito. e Eliminar excusas. Aumentar el sentimiento de culpabilidad del agresor. 19 Tabla 1. Representación de las 25 técnicas de la prevención situacional del delito. AUMENTAR EL AUMENTAR EL DISMINUIR LAS REDUCIR ELIMINAR ESFUERZO RIESGO GANANCIAS PROVOCACIONES EXCUSAS L Aumento número de o Reducir Entorpecer objetivos guardianes Ocultar objetivos frustraciones Establecer reglas Controlar accesos | Facilitar la vigilancia | Desplazar objetivos | Evitar disputas Fijar instrucciones se Reducción del Identificar la Reducir excitación Alertar la Controlar salidas ” . s ani anonimato propiedad emocional consciencia so o Trastorno mercados , , Asistir la Desviar trasgresores| Gestores de sitios delictivo Neutralizar presión conformidad Controlar Reforzar la vigilancia| Control de drogas y facilitadores formal Eliminar beneficios | Disuadir limitaciones “alcohol Fuente: Comish y Clarke, 2003. 5. Técnicas empleadas en Criminología Ambiental A lo largo de este trabajo, estamos explicando como la Criminología Ambiental ha ido ganando fuerza gracias al interés y auge por la prevención situacional del delito. Teorías que enfatizan la modificación del ambiente físico (Jeffery, 1971), el Espacio Defendible de Newman (1972), el Nuevo Modelo Policial de Goldstein (1979), la Teoría de las Actividades Rutinarias de Cohen y Felson (1979) y la Teoría del Patrón Delictivo del matrimonio Brantingham (1991), han ayudado de manera sustancial al estudio y creación de técnicas para la prevención del delito a través del análisis de los espacios físicos, concentrándose en las zonas y las franjas horarias donde se acumulan un mayor número de actos delictivos. 20 Sin duda, la creación de los Sistemas de Información Geográfica y de los mapas temáticos se conforman como la técnica principal para el estudio de este tipo de prevención del delito. Tras averiguar que existen unos patrones estables en el tiempo y que tienen una cierta vinculación social, la creación de mapas temáticos que muestran los patrones geográficos de la distribución del delito ha sido de enorme ayuda no sólo para investigadores, teóricos y docentes, sino también para su uso por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Antes de adentrarnos en los mapas temáticos, debemos distinguir entre ellos (Boba, 2005): + El mapa temático es un mapa basado en representaciones topográficas que muestran cualquier fenómeno geográfico de la superficie terrestre. e El mapa delincuencial se utiliza para levar a cabo el análisis espacial de los problemas de la delincuencia a través de la utilización de los Sistemas de Información Geográfica. e El mapa del delito utiliza la información geográfica con la finalidad de acotar los delitos en una zona y tiempo determinada. 5.1. Mapas temáticos y mapas delincuenciales Como hemos dicho anteriormente, los SIG generan mapas temáticos. Dichos mapas son herramientas que nos ofrecen información de manera muy clara y fácilmente comprensible, que pueden ser muy útiles tanto para estudios cualitativos, por ejemplo, los diferentes tipos de infractores, como para estudios cuantitativos, como puede ser la tasa de robos existentes en un área concreta. En los mapas se representa la información de tres formas diferentes: e Leyenda: una tabla con los datos referenciados. + Objeto espacial: el cual puede ser representado con puntos, líneas o polígonos. 21 + Seguimiento del impacto de iniciativas realizadas. e Facilitar la toma de decisiones. + Usar los mapas como medio de comunicación estadístico. Según todo lo que hemos visto, los mapas delincuenciales sirven para realizar todo tipo de análisis de la delincuencia. Se pueden realizar estudios tácticos, ya que se identifican patrones de cada delito en un lugar y tiempo concreto; un análisis estratégico contra la delincuencia, al examinar los patrones, nos puede ofrecer pautas para asignar los recursos, ya que el mapa nos ofrece lugar de reunión, tipos de venta, rutas de distribución, etcétera; o, también, realizar un análisis administrativo, ya que ayuda a transmitir información a todo el mundo sobre las actividades delictivas que se realizan. Gráfico 3: Relación del mapa delincuencial con el análisis de la delincuencia. ANÁLISIS DE LA DELINCUENCIA Estrategia P, DELINCUENCIAL Administrativa Fuente: Boba, 2005. 24 5.2. Hot-Spot (punto caliente) Los mapas delincuenciales nos aportan información muy interesante e importante para el estudio del delito, pero para conseguir implantar actividades de prevención y lucha contra el crimen de forma eficaz y eficiente, es necesario lograr una estadística significativa. Una de las funciones que han incorporado los SIG, que permite poner en práctica la realización de un mapa delincuencial eficaz, es el análisis de hot-spots o puntos calientes. Según Eck, los hot-spots son áreas que superan el número medio de eventos delictivos, o áreas en el que el riesgo de ser víctima de un delito es superior a la media (Eck, 2005). Es decir, el análisis de puntos calientes nos permitirá observar en un mapa dónde se concentran mayoritariamente los delitos bajo criterios estadísticos. Los hot-spots se concentran en diversos lugares y de distinta forma, puede ser un lugar concreto, una calle, un barrio, un edificio, e incluso un objetivo o víctima. Por ello, para poder representarlos adecuadamente en un mapa, debemos conocer los tipos que existen y las características que comprende cada uno, de esta forma sabremos qué tipo de mapa nos será más útil para nuestro estudio. La tabla siguiente muestra los diferentes tipos de concentraciones de hot- spots que pueden existir, los patrones que observaremos en el mapa, las teorías que se adecuan más al tipo de concentración, las posibles causas, la mejor representación para cada tipo punto caliente y ejemplos de posibles intervenciones (Vozmediano y San Juan, 2010). 25 Tabla 2: Tipos de concentraciones de hot-spots: patrones, teorías, causas probables e intervención. Representación de] Nivel de Ejemplo de Concentración Patrón r Causas Probables Ejemplos hotspots | intervención | intervención Puntos concentrados, Peleas de bar. Locución delas Lugar: pocos lugares con MUCOS| y cy ¡dados [Gestión ineficaz del robos a tienda de ¡alteraciones de orden ¡decciones, [delitos y muchos lugares |. yaa [comportamiento en esos [24 horas, lugares |Puntos. Lugar, público, patricullas esquinas, lugares [con pocos delitos. Hay et tugar users anna esquina. po, pa concretos. repetición de escenarios [92509 les por [del del delito. [A menudo se confunde ¡con la repetición de Puntos, lineas o Objetivo de [Desarrollo de redes de alrededor de una |*SCenarios (arriba). Esto [Actividades Rutinas de la vícima Violencia parcelas, en función | 01 mosgo, — |PPoyoa vícimas me patrón sólo se ve en el [rutinarias estios |Fuyna qa qa, -—— [doméstica, atracos [de cómo se o [potenciales, victimalobejtivo. [maca si las víctimas están [de vida. estilos de vida. la taxistas. [concentran las victimas programas de concentradas en ciertos víctimas. potenciales. | ctimización repetida. puntos, calles o áreas. Call: alo largo [Concentración on líneas a Patrones de movimiento os. asias Patrullaje concentrado Se una calle a de [| largo de calles; algunas [Búsqueda del — [delos infractores, Gocroas ente” |Lineas. Calles, len ciertas cales, aros bloques. . [Salles con muchos dolio [infractor [concentración de Cala bo a carreteras. — [reorganización del otras sin apenas delitos. objetivos. transeúntes. tráfico de vehículos. Baja eficacia social Desorganización Area: un barrio o. [Concentración en un área |y teorías colectiva, fragmentación _ [Robos Elipees, áreas ho Creación de grupos de| vecindario Que cubre varias calles y [ecológicas del [Social falta do inversión — [residenciales, [maracas asco [tabajoenla completo. bloques. deiito, teorías de | Pública en la zona, vioelncia de gradientes. mayor tamaño. | comunidad, desarrollo ¡concentración de bandas. de la vecinal. la oportuna. os Cohesión Fuente: Vozmediano y San Juan, 2010. Una de las formas más utilizadas para representar los hot-spots es a través de un mapa de densidad. Como hemos dicho anteriormente, un mapa de densidad se utiliza para comparar cantidades de delitos de una zona del mapa con otra. Para elaborar un mapa de densidad, se convierte un mapa temático de puntos a un mapa ráster, empleando una función de densidad (Vozmediano y San Juan, 2010). Un mapa ráster, como hemos dicho anteriormente, se encuentra organizado por una matriz de celdas y cada una contendrá un valor que representará la información que estemos estudiando o puntuación de densidad. En nuestro caso podremos observar la cantidad de delitos cometidos, la tipología delictiva, la fecha y la hora del hecho, etcétera. 26 e Anónimo. Es la característica principal de Internet. + Evolución tecnológica permanente. Cada día las nuevas tecnologías van cambiando y creando nuevos programas. Todas estas características hacen que el análisis del cibercrimen sea bastante complicado. Nos encontramos con una mayor dificultad a la hora de establecer o concretar el ámbito geográfico-espacial de la comisión del delito. La distancia, por ejemplo, deja de ser un obstáculo para los delincuentes ya que no tienen que desplazarse a ningún lugar concreto para realizar el delito, pueden hacer desde su casa o cualquier otro lugar donde tengan acceso a Internet; el tiempo, además, se acorta, es decir, mientras que en un delito cometido en persona comporta tiempo, en el ciberespacio se puede llevar a cabo de forma inmediata; los objetivos y/o víctimas también pueden variar, ya que mientras que en un espacio físico el objetivo suele ser uno, en el ciberespacio las víctimas pueden ser diversas, es decir, se puede atacar a una persona solamente o a varias a la vez, a un colectivo o a una institución determinada; finalmente, podemos decir que los efectos de los ciberataques serán perceptibles a lo largo del tiempo (Miró, 2011). Como en un principio planteábamos, para realizar un análisis de esta tipología delictiva debemos cambiar el lugar y, aunque parezca más dificultoso, podemos lograr (o intentar) prevenir el crimen aplicando algunas de las teorías referentes de la Criminología Ambiental a los “no lugares”. La Teoría de las actividades rutinarias (Cohen y Felson, 1979), podría aplicarse a la perfección en el ámbito de la ciberdelincuencia. Los autores afirman que el delito se produce en un tiempo y en un lugar, pero ¿dicho lugar debe ser físico? En la comisión de un hecho delictivo en el ciberespacio concurren los mismos caracteres que en un lugar físico. Podemos hacer referencia, igualmente, al Triángulo de la Criminalidad de Eck (Miró, 2011): 29 Delincuente motivado. Pretende cometer un hecho delictivo en algún lugar (o no lugar) concreto del ciberespacio, teniendo incluso mayores oportunidades debido a la ausencia de costes de desplazamiento y de huida. Además, actuar en el ciberespacio conlleva una multiplicación de la potencialidad lesiva, ya que con menos recursos que un delincuente “físico” puede causar más daños y más víctimas con una sola conducta, muchos agresores pueden atacar a una víctima a la vez y todo esto desde cualquier parte del mundo. Objetivo adecuado. Como dijimos anteriormente, Felson y Clarke (1998) describieron unos atributos que podían determinar si el objetivo era adecuado: Valor, Inercia, Visibilidad y Accesibilidad (VIVA). La diferencia que existe entre una víctima y una cibervíctima es que ésta ha de introducir el objeto en el ciberespacio primero. Además, hacerse visible en el ciberespacio es complicado debido a su universalidad, por lo tanto, lo que hace visible a los sujetos en la red es la interacción con otros sujetos y servicios. De esta forma, se replantean el acrónimo a IVI: o Introducción. Que el objetivo se haya introducido en el ciberespacio. o Valor. Que sea apetecible para el ciberdelincuente. o Interacción. Que el titular del bien interaccione en Internet y haga visible el objeto para el agresor motivado. Guardianes capaces. Los guardianes capaces en el ciberespacio son algo más complejos debido a varios puntos: por un lado, no existe “una policía del ciberespacio” ni una autoridad centralizada que persiga y juzgue los ciberdelitos, por lo tanto, las víctimas se encuentran más desprotegidas; por otro lado, sí que existen sistemas de protección, como puede ser un antivirus O algún sistema de seguridad que proteja nuestro ordenador, también controles parentales para evitar víctimas menores de edad, etcétera. Pero, lo que es cierto, es que todos estos sistemas de protección ha de ser la persona que interacciona en Internet la que los instale y los actualice, es decir, que los guardianes capaces de la red dependen principalmente de la propia víctima, de cómo exponga los posibles 30 objetivos en el ciberespacio, cómo interaccione en él y cómo se autoproteja. La Teoría de las actividades rutinarias puede aplicarse a la perfección para el análisis de los ciberdelitos, si no hay agresor motivado o hay un guardián capacitado no se cometerá un hecho delictivo, pero el problema está, como hemos visto, en los guardianes capaces. De esta forma, podemos plantear diversos bloques de medidas para la prevención del cibercrimen, que parten de las premisas de la prevención situacional (Miró, 2011): 1. Medidas destinadas a reducir el ámbito de la incidencia. No introducción de objetivos, separación de objetivos en la red, identificación de riesgos, limpieza de virus. Medidas para aumenta el esfuerzo percibido por el ofensor motivado. Control de acceso a los sistemas, detección del ataque, cierres de páginas webs, retirada de contenido ilícito, mecanismos de denuncias en las redes sociales. Medidas para aumentar en el agresor la percepción de que su conducta conlleva el riesgo de ser detenido. Creación de nuevos guardianes, reducción del anonimato, refuerzo de la vigilancia formal, mejora de los sistemas de vigilancia. Medidas para disminuir las ganancias que percibe el agresor. Ocultación de objetivos, desplazamiento de objetivos, eliminación de beneficios, fomento de medios lícitos. Medidas encaminadas a eliminar justificaciones morales incrementando la vergúenza en el delincuente. Fijación de reglas, respeto del copyright, refuerzo de actitudes positivas, fomento del comportamiento lícito. 31 Bibliografía Andresen, M. y Jenion, G. (2008). Ambient Populations and the Calculation of Crime Rates and Risk. Security Journal, 23, 114-133. [online] DOI: 10.1057/¡s.2008.1. Balbi, A. y Guerry, A.M. (1829). Statistique comparée de létat de línstruction et du nombre des crimes dans les divers arrondissements des académies et des cours royales de France. París: Jules Renouard Boba, R. (2005). Crime analysis and crime mapping. Thousand Oaks. CA: Sage Publication. Brantingham, P. y Brantingham, P. (1991). Environmental Criminology. Prospect Heights: Waveland Press. Burguess, E. W. (1925). The city. Chicago: University of Chicago Press Canter, D. (1985). Software - Dragnet - Centre For Investigative Psychology. [online] Disponible en: http://www.i- psy.com/publications/publications _dragnet.php Canter, D. (2004). Mapping Murder. London: Virgin Books. Chainey, S., Tompson, L. y Uhlig, S. (2008). The Utility of Hotspot Mapping for Predicting Spatial Patterns of Crime. Security Journal, 21(1-2), 4-28 [online]. Disponible en: https://link.springer.com/article/10.1057/palgrave.sj.8350066. Clarke, R. V. (1980). Situational Crimen Prevention: Theory and Practice. British Journal of Criminology 20(2), 136-157. Cohen, L. E., y Felson, M. (1979). Social Change and Crime Rate Trends: A Routine Activity Approach. American Sociological Review 44(4), 588-608. Corraliza, J. A. y Aragonés, J. |. (1993). La psicología social y el hecho humano. Psichotema 5, 411-426. Cornish, D. B. y Clarke, R. V. (2003). Opportunities, Precipitators and Criminal Decisions: A Reply to Wortley's Critique of Situational Crime Prevention. En M. Smith y D.B Cornish (Coords.), Theory for Practice in Situational Crime Prevention - Crime Prevention Studies Vol. 16. Monsey, NY: Criminal Justice Press. 34 Cornish, D. B. y Clarke, R. V. (2008). The Rational Choice Perspective. En Wortley, R. y Mazerolle, Y. Environmental Criminology and Crime Analysis. Portland, Oregón: Willan. Eck, J. E., Chainey, S., Cameron, J. G., Leitner, M. y Wilson, R. E, (2005). Mapping Crimen: Understanding Hot-Spots. Washington: National Institute of Justice. Eck, J. (2008) 60 pasos para ser un analista delictivo. México: INACIPE Esri.com. (2017). What is GIS? | The Power of Mapping - Esri. [online] Disponible en: http://www.esri.com/what-is-gis/ Felson, M. (1986). Crime and Everyday Life. Fourth edition. Thousand Oaks, CA: Sage Publication. Felson, M. y Clarke, R. (1998). Opportunity Makes the Thief. London: Home Office Policing and Reducing Crime Unit, Research, Development and Statistics Directorate. Fernández, B. y Corraliza, J.A. (1996). Aspectos físicos y sociales en los lugares peligrosos. Miedo al delito en un espacio institucional. Revista de Psicología Social, 11(2), 219-234. Fuente, P. (2017). Criminal-mente. [online] Criminal-mente. Disponible en: http://criminal-mente.es Galindo, J. (2014). La prevención del delito situacional y mediante el diseño ambiental; el caso del metro de Barcelona. TFG dirigido por el Dr. Manuel Martin Fernández. Curso académico 2013-2014. Godwin, M (2011). Predator Geographical Profiling System. [online] Disponible en: http://www. investigativepsych.com/predator.htm Hernando, F.J. (2008). La seguridad en las ciudades: el nuevo enfoque de las geo-prevención. Scripta Nova, Revista electrónica de Geografía y Ciencias: Disponible en: www.ub.geocrit/sn/sn-270/sn-270-14.htm Hites, L., Fifolt, M., Beck, H., Su, W., Kerbawy, S., Wakelee, J. y Nassel, A. (2013). A Geospatial Mixed Methods Approach to Assessing Campus Safety. Evaluation Review, [online] 37(5), 347-369. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24379450. 35 Jeffery, C. R (1971). Crime Prevention Through Enviromental Desing. Beverly Hills, CA: Savaje Publications. Jiménez Serrano, J. (2010). El perfil geográfico criminal. Disponible en www.cienciaforense.cl/csi/content/view/53/2 Levine, N. (2008). CrimeStat Spatial Statistics Program - Version 3.0. [online] Disponible en: https: //www.icpsr.umich.edu/CrimeStat/ Medina Ariza, J. (2010) Políticas de Seguridad Ciudadana en el contexto urbano y prevención comunitaria. La experiencia anglosajona. RECPC Revista electrónica de Ciencia Penal y Criminología. Disponible en: www.criminet.ugr.es/recpc/12/recpc12-02.paf. Miró Llinares, F. (2011). La oportunidad criminal en el ciberespacio. Aplicación y desarrollo de la teoría de las actividades cotidianas para la prevención del cibercrimen. RECPC Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología. Disponible en http://criminet.ugr.es/recpc/13/recpc13-07.pdf. Morales, A. (2017) Los formatos GIS ráster más populares. Disponible en: https://mappinggis.com/2015/12/los-formatos- gis-raster- mas-populares/ Newman, O. (1972). Defensible Space. New york: Macmillan. Newton, M. B. y Swoope, E. A. (1987). Geoforesic Analysis of Localized Serial Murder: The Hillside Stranglers Located. Paper present at the 39th Annual Meeting of the American Academy of Forensic Sciences, San Diego, CA. Pascual, V. (2017). Criminología Ambiental: Breve historia de su evolución. [Blog] Cuadernos de Criminología. Disponible en: http://cuadernosdecriminologia.blogspot.com.es/2017/09/criminologia- ambiental-breve-historia.html Prezi.com (2017). Espacio urbano y ecología del delito. [online] Disponible en: https://prezi.com/bix0kl46ylh0/espacio-urbano-y-ecologia-del-delito/ Ratcliffe, J. (2010). Crime Mapping: Spatial and Temporal Changes. Handbook of Quantitative Criminology. New York: Springer. Rossmo, D.K. (1998). Expert system method of performing crime site analysis. United States patent núm US005781704A.Washington, DC: U.S. Patent and Trademark Office. Rossmo, D.K. (2000) Geographic Profiling. Boca Ratón, FL: CRC Press. 36