Cladismo vs Taxonomía Evolutiva y Numérica
En esta clase, estudiaremos el cladismo que es el sistema más utilizado para la clasificación de los seres vivos y lo que se conoce como el ideal monofilético que surge del propio cladismo, además de introducir de forma breve otros sistemas de clasificación como la fenología numérica.
Decir que en el estudio de la evolución planteado por Darwin se puede inferir que todo, todos los organismos provienen de un ancestro común.
Al entender esto, directamente llegamos a la conclusión de que podríamos representar la evolución de dichos organismos en un árbol genealógico común, es decir, se podrían dibujar las líneas evolutivas sin digamos tener que levantar el lápiz del papel.
El entomólogo Willi Hening, en la década de 1950 desarrolló la conocida como sistemática filogenética.
Esto resulta de la clasificación de los seres vivos y el dibujar esta rama evolutiva que comparten todos ellos, en lo que se conoce como un cladograma.
La palabra cladismo o cladograma contiene el prefijo clado que significa o proviene del griego rama, por lo tanto, ya nos da una idea de las formas y los dibujos que podemos pintar para estudiar esta evolución de los seres vivos.
El cladismo por lo tanto, estudia los seres vivos y los clasifica por medio de los grupos sistemáticos.
Forman grupos de individuos que comparten ciertas características comunes que se conocen particularmente como características exclusivas y derivadas.
La palabra técnica para designar a estas características que definen los taxones o grupos de seres vivos que son clasificados por el cladismo sería las sinapomorfias.
A partir de estas sinapomorfias o características exclusivas y derivadas, se van a construir los cladogramas en los cuales cada una de las divisiones o nodos formaría un grupo filético común o un grupo que se denomina como un grupo monofilético.
Si tenemos una ocasión en la que estamos estudiando muchos seres vivos y llegamos
a una solución en la que hay por posibilidad de pintar o dibujar diferentes cladogramas para la misma rama evolutiva se suele escoger lo que se conoce como la solución más parsimoniosa.
Esto significa que vamos a escoger siempre la forma de dibujar digamos, este árbol filogenético que introduzca el menor número de transformaciones posibles dentro de los grupos y hoy en día cabe decir que se utiliza principalmente para esto la biología molecular.
Por lo tanto, ya no hay lugar o hay muy poco margen para que existan varios cladogramas posibles para un grupo determinado de seres vivos.
Normalmente, las soluciones ya se dan de forma casi automática al estudiar las secuencias genéticas.
Aquí a la derecha, tenemos un ejemplo de lo que se puede denominar como un cladograma que serían las representaciones que la escuela del cladismo hace para, digamos, referenciar esta evolución de los seres vivos en las cuales, como se comentó, cada uno de los nodos define a un grupo monofilético.
Es decir, por ejemplo este nodo de aquí definiría a un grupo monofilético que estaría formado por todos estos organismos que tenemos en este grupo.
Por lo tanto, cambios singulares son los que originan dichos nodos, dichos grupos están originados por un ancestro común al que digamos sufre o digamos que adquiere un cambio singular.
Y a partir de ese cambio se genera el grupo monofilético.
Los grupos históricos, por lo tanto, descienden de un antepasado común y si no, ya no estaríamos hablando de un grupo monofilético, sino que sería un grupo denominado como polifilético o parafilético.
Existen, además del cladismo, otras escuelas sistemáticas que a lo largo de la historia han intentado, digamos, representar esta evolución de los seres vivos.
La escuela que acabamos de ver, son los cladistas que agrupan a los seres vivos en grupos monofiléticos por las conocidas como sinapomorfías, luego estarían los feneticistas que agrupan a los seres vivos por un parecido global en lo que se conoce como la taxonomía numérica, que veremos a continuación un poquito más en detalle, y otro otro grupo un poquito menos importante, serían los evolucionistas que utilizan, digamos, una conjunción de el parentesco que tienen evolutivo los seres vivos con su similitud global, principalmente a través del fenotipo.
La taxonomía numérica que acabamos de comentar, por lo tanto, sólo se va a fijar en las similitudes morfológicas, es decir, cuenta los caracteres que tienen los seres vivos que los hacen parecerse entre ellos y por lo tanto, los agrupa a través de la similitud global o sea cuánto se parecen los seres vivos.
Los caracteres imaginandonos que unos seres vivos pueden tener treinta, treinta y cinco, cuarenta, el número de caracteres que sean, la taxonomía numérica le da el mismo peso a todos ellos, es decir, no hay caracteres que pesen más en el momento de clasificar un ser vivo en un grupo determinado y cuántos más caracteres existan para la clasificación, mejor.
Por ejemplo, en un índice de taxonomía numérica de mil, significaría que los organismos se parecen en todos los caracteres que tienen.
Si este índice de taxonomía numéricas fuera de quinientos, pues se parecerían en la mitad.
A pesar de que estos sistemas, digamos diferentes al cladismo, pueden parecer algo arcaicos y pueden parecer poco científicos, sí que es cierto que en determinadas situaciones estas propuestas alternativas, a pesar de que no se usen en la actualidad mucho pueden resultar útiles.
Actualmente, como acabo de comentar, son poco utilizadas, pero en determinadas ocasiones, como por ejemplo lo que se conoce como la transferencia horizontal genética, las clasificaciones cladistas pueden llegar a fallar.
Esto ocurre mucho en el panorama y mundo de las bacterias y de los virus, concretamente, en las bacterias tienen unos elementos genéticos móviles conocidos como plásmidos, que se traspasan entre ellos de forma horizontal, es decir, no hace falta que haya ningún tipo de reproducción y de multiplicación de las bacterias.
Simplemente se transfieren estos plasmados con información genética, por lo que desvirtúan, digamos, el análisis genético para realizar la clasificación cladista.
Esto ocurre también en el caso de los transposones, que son elementos genéticos móviles o algunos virus.
Por lo tanto, a pesar de que no se utilicen estas clasificaciones o sistemas taxonómicos alternativos sí que pueden resultar útil útiles para ciertos casos concretos.