Estructura Actual de la Sociedad Internacional
Vamos a hablar ahora de la sociedad internacional y su estructura actual, tras haber desarrollado y analizado su evolución histórica hasta mediados del siglo XX.
Por lo tanto, ahora los carácteres básicos son algunos, como que es una sociedad universal.
Esto se consigue a partir de la firma en 1945 de la Carta de las Naciones Unidas y, por otra parte, de la creación de la ONU, la Organización de las Naciones Unidas.
Esta universalización de la sociedad internacional alcanza su momento culminante a finales de los sesenta, con la descolonización de los Estados afroasiáticos, realizada bajo la égida de la ONU y al amparo del principio de libre determinación de los pueblos, recogido en la Carta de las Naciones Unidas y desarrollado por la resolución 2625 tan conocida.
Posteriormente, nos situamos en la década de los años noventa, cuando la desintegración de la Unión de Repúblicas Soviéticas o la división de antiguos Estados por los nacionalismos han aumentado el número de Estados, pero no ha aportado nada al carácter universal de la sociedad internacional, por lo que, ¿continuamos considerándola como una sociedad Universal tras estos acontecimientos o no?
es una situación compleja y como es una situación compleja, pues también se trata de una sociedad compleja, segunda característica de esta nueva estructura actual.
Son ahora diversos y numerosos los problemas políticos, económicos, sociales, culturales, medioambientales, demográficos y de seguridad que afectan a esta sociedad, lo que nos lleva a concluir que existe una gran desigualdad del poder político y militar entre las grandes potencias y el resto de los Estados.
La Tercera característica es una sociedad heterogénea y fragmentada.
Aunque todos los Estados son jurídicamente iguales, soberanos e independientes, lo cierto es que responden
a estructuras e intereses diversos e incluso divergentes, que propician profundas diferencias en cuanto a su desarrollo económico social, político y cultural.
Es también una sociedad interdependiente.
Los Estados se encuentran en una situación de dependencia, incluso las grandes potencias, y esta situación les obliga a cooperar para resolver los problemas que les afectan, prueba de ello es la dependencia de las fuentes de energía que tienen las grandes Potencias.
Por ejemplo, como última característica podemos decir que es una sociedad global, ¿Qué quiere decir esto?
Pues, que el impulso de las comunicaciones y de los intercambios económicos que fomentan la libre circulación de información de mercancías de servicios y capitales que desborda las fronteras de los Estados y, por tanto, menoscaba la capacidad de estos para regular estos fenómenos.
La situación actual del derecho internacional, como decíamos, venía caracterizada por dos rasgos: por una parte, la institucionalización progresiva y por otro lado, la humanización y revalorización de los intereses, en relación a este primer punto de institucionalización cabe explicar que, de manera permanente e institucionalizada, en el seno de organizaciones internacionales universales y regionales, y este proceso ha influido también las formaciones del propio derecho internacional en relación con la elaboración y aplicación de las normas internacionales.
Porque esa coexistencia y cooperación que tiene el derecho entre los Estados se lleva a cabo en buena medida gracias a esas instituciones que se crean en cuanto a lo que decíamos como humanización de los intereses, pues básicamente se trata de la necesidad de asegurar el respeto de los derechos humanos, el reconocimiento protección de los derechos de los pueblos, protegen el medio ambiente, emergencias, básicamente nuevas realidades que aparecen en el derecho y que quieren ocupar un lugar.
Todo esto nos lleva a hablar de un nuevo orden jurídico internacional, la sociedad internacional continúa dividida aunque la extinción ideológica no es tan acentuada como en los años de la Guerra Fría.
El conocido como socialismo del que hablábamos y al que nos referíamos con anterioridad, continúa, sigue presente todavía en algunos sitios como Cuba, como China y en algunos estados latinoamericanos, aunque también persisten otras divisiones.
La primera división a la que hacemos referencia, como siempre, es la división ideológico-política que continúa en la medida que hay sectores que se oponen a los valores de Occidente, y ahí destacamos el radicalismo islámico y su disposición a utilizar medios violentos, el terrorismo como arma política, constituyendo una amenaza tanto para los propios pueblos musulmanes como para Occidente.
En segundo lugar, la división económica, porque el dominio del sistema capitalista ha incrementado y ha hecho más grandes las diferencias de desarrollo económico entre Estados, lo que provoca importantes movimientos migratorios hacia Estados más prósperos.
El motivo económico no está presente la condición de refugiado, pero los movimientos migratorios son un efecto negativo de la globalización, todo ello está afectando de manera sustancial al que conocemos como el equilibrio político de los Estados.
A su equilibrio político a la par que conduce al diseño del sistema unipolar de relaciones desiguales y eso ha tenido otra consecuencia, que ha reforzado otros centros de poder político y económico como la Unión Europea y también consolidación de otros polos como China, la India y Brasil, y Rusia trata de recuperar el protagonismo perdido por los Estados Unidos.
Por lo tanto, y en conclusión, tanto la sociedad internacional, por un lado, como el derecho internacional, por otro, ambos conceptos que hemos visto y analizado durante esta explicación se enfrentan a grandes amenazas y a nuevos desafíos, como el terrorismo internacional del que hablábamos, los conflictos internos, violaciones masivas de los derechos humanos, crisis en cualquier caso y continuamente de forma continuada económica mundial, la proliferación nuclear mismamente, la degradación ambiental, los movimientos masivos de la población y nuevas formas de esclavitud y crímenes organizados.