Método de Valoración de Existencias: FIFO
Los criterios de valoración de existencia, una vez que se ha elegido uno, se debe mantener a lo largo del tiempo por el principio de uniformidad, que es uno de los principios básicos del Plan General de Contabilidad, obligatorio para todas las empresas.
Este principio implica que si hubiera cambios que están justificados, esto se deben informar en la memoria, que es una cuenta anual, de las cinco o tres que elaboran las empresas a final del ejercicio.
El Plan General de Contabilidad reconoce dos criterios de valoración, el coste medio ponderado, que es el que hice de uso generalizado y el “FIFO”, que permite usarlo o lo afecta, siempre y cuando sea mejor para la gestión de la empresa.
El “FIFO”, según sus siglas en inglés, implica que lo primero que
entra es lo primero que sale.
“First in, first out”.
Esto es lo más parecido a los movimientos del almacén, porque normalmente se intenta dar salida a lo más antiguo.
El coste de existencias finales va a ser el más reciente de los precios, de los precios de adquisición de estas existencias, que incluyen el precio del vendedor menos los descuentos más los gastos inherentes.
Esto implica que si usamos el “FIFO” hay que ordenar cronológicamente las entradas y las salidas para ver qué es lo que ha salido primero, qué es lo que entró primero, etcétera.
La valoración inicial con este método y con cualquiera realmente, es al coste, donde el precio adquisición, es lo que comentábamos antes, es el precio del vendedor más los costes directos menos los descuentos.
Costes directos hasta que el bien está en el almacén.
Una vez que está en el almacén cualquier gasto que se produzca es gasto del ejercicio.
También la valoración al coste puede ser al coste de producción y no al precio de adquisición, en el caso de empresas industriales.
El coste de producción incluye el precio de adquisición de las materias primas y otros materiales consumibles más los costes directos más los costes indirectos en la parte proporcional.
La valoración final se realiza y se tiene en cuenta que si el precio de adquisición es mayor al valor neto realizable, es decir, al valor que puede obtener por la venta de estas mercancías en el mercado o al coste de producción o precio de adquisición, que son los dos costes que tenemos, según el tipo de empresa, si es menor al valor neto realizable implica una corrección de valor por deterioro.
Esta corrección de valor es reversible, puede cambiar en años siguientes y si cambia, pues lo tenemos que revertir, este deterioro.