Plan General de Contabilidad en España
El Plan General de Contabilidad, PGC sus siglas, dos mil ocho, entró en vigor el uno de enero de dos mil ocho.
Se aprobó por Real Decreto quince catorce barra dos mil siete para grandes empresas y en el Decreto quince quince barra dos mil siete para pymes y microempresas.
Este plan sustituye al Plan GA de Contabilidad del año mil novecientos noventa, que se ha estado utilizando en la contabilidad española durante más de veinte años.
Incluye cinco partes.
La primera es una de las novedades, el nuevo plan contable y es el marco conceptual que recoge el conjunto de fundamentos, principios y conceptos básicos.
Su cumplimiento conduce un proceso lógico deductivo y el reconocimiento y valoración de los elementos de las cuentas anuales.
La segunda parte del plan son las normas de registro y valoración.
Las normas de registro y valoración son el conjunto de reglas de obligada aplicación
en el registro contable de las operaciones realizadas por la empresa, de modo que dicho registro se encuentra normalizado y haga que la información contenida en las cuentas sea comparable de unas empresas a otras.
En tercer lugar están las cuentas anuales, que son cinco.
El balance es la primera, después está la cuenta de pérdidas y ganancias.
Balance, cuenta de pérdidas y ganancias, memoria, estado de flujo de efectivo y el estado de cambios en el patrimonio neto.
Estas dos últimas son una novedad del Plan, junto con el marco conceptual, entre otras y sólo son de aplicación para las empresas que aplican el Plan General de Contabilidad de grandes empresas.
Las otras tres: balance, pérdidas y ganancias y memoria son de aplicación para todas, pero las dos últimas sólo son para las que aplican el plan contable de grandes empresas.
La cuarta parte del plan es el cuadro de cuentas.
El cuadro de cuentas introduce dos nuevos grupos contables, los siete primeros ya existían, este nuevo plan.
Vamos a ver los ahora mismo.
El grupo uno, financiación básica; el grupo dos activo no corriente.
Estos dos grupos existían junto con los restantes grupos.
El grupo tres, existencias; el grupo cuatro, acreedores y deudores por operaciones comerciales; el grupo cinco, cuentas financieras; el grupo seis, compras y gastos; grupo siete, ventas e ingresos y los grupos ocho y nueve son gastos imputados al patrimonio neto e ingresos imputados el patrimonio neto respectivamente.
La última parte del Plan Contable, como comentaba anteriormente, son las definiciones y relaciones contables.
Cada uno de los grupos, subgrupos y cuentas que lo integran son objeto de una definición en la que se recogen el contenido y las características más sobresalientes de las operaciones que configuran las cuentas integradas en ellos.
Estas definiciones permiten comprender mejor la concepción del Plan.
Las relaciones contables propiamente dichas describen los motivos más comunes o generales de cargo y abono de las cuentas de tres cifras sin agotar las posibilidades que cada una de ellas admite.