Virus: Clasificación
Para clasificar a los virus se utilizan una serie de características que, digamos, nos ayuden a hacer grupos homogéneos o aparentemente homogéneos según esas características y que nos ayuden a realizar una clasificación global para interpretar esta forma de vida tan inusual.
Por ejemplo, las diferentes clasificaciones que se han realizado a lo largo de la historia de los virus, responden a una serie de características o de morfologías por ejemplo, el tipo de cápside que presenta cada uno de los virus.
La capsidees lo que envuelve la envuelta proteica que rodea al material genético en los virus y digamos que puede presentar diferentes morfologías.
Además, se poder se podría clasificar a los virus por el tipo de ácido nucleico que tienen, es decir, cómo almacena la información genética, puede ser ARN, ADN o monocatenario o bicatenario y también por el tipo de replicación, ya que no todos ellos utilizan el mismo tipo de ciclos, los hay líticos, los hay lisogénicos y los hay con diferentes estrategias para pasar de ácido nucleico a ARN mensajero y posteriormente a proteínas.
Entonces esto serían diferentes tipos de clasificación que se podrían realizar para agrupar a los virus en determinados grupos.
Sin embargo, existe un organismo oficial, el conocido como ICTV, que viene del inglés y en español sería el Comité Internacional de Taxonomía de Virus.
Cabe decir que la clasificación oficial que realiza el comité ICTV agrupa los virus, de forma que estos grupos virales son polifiléticos, es decir, no cuentan con un antepasado común y todos los descendientes de este antepasado, sino sería un grupo monofilético y la realidad es que es un grupo polifilético.
Una de las clasificaciones que se puede realizar y que de hecho, fue una de las primigenias debido a la inexistencia de técnicas en el pasado para analizar el material genético, fue la clasificación por la morfología de la cápside del virus.
Según esta este tipo de clasificación, los virus se pueden clasificar en virus icosaédricos, como por ejemplo, los herpes virus que portan este tipo de cápside, virus filamentosos o helicoidales, como por ejemplo el virus del mosaico
del tabaco o un virus muy conocido como el ébola.
Virus con morfología ovoide como el polyDNAvirus, virus conocidos o clasificados como inusuales que sería una especie de cajón de sastre en la que meteríamos virus que adoptan formas un tanto inusuales y que no podríamos, digamos, asociar a ningún ninguna forma conocida a nivel de geometría, como por ejemplo el virus de la rabia.
Y, por último, un grupo de virus que son muy poco conocidos, que son los virus que no tienen cápside y que son principalmente, viven en simbiosis con algunos hongos y protistas, de modo que no necesitan esta cápside para su replicación.
Aquí tendríamos algunos ejemplos de virus que podrían representar diferentes morfologías.
Por ejemplo, este sería un virus icosaédrico, este sería un virus de tipo helicoidal o filamentoso y este sería un virus típico bacteriofago que algunos autores de denominan como virus complejos ya que tiene una parte icosaédrica o poligonal y tienen, digamos, un cuerpo diferente que les permite penetrar en el cuerpo de las bacterias tras la absorción a su pared celular.
Un ejemplo de virus filamentosos sería este que tenemos en la parte inferior, que podría ser tanto un virus de mosaico del tabaco como un virus del ébola.
En la clasificación que realiza la ICTV que comenté hace un momento, este organismo internacional establece como taxón inferior, la especie, es decir, la ICTV, no reconoce taxones inferiores a nivel de especie como pueden existir en los animales o las plantas que hay subespecies y hay diferentes tipos de adaptaciones a regiones locales.
En el caso de los virus, la ICTV no reconoce esta subespecies o las conocidas como cepas virales ya que se entiende que existe una cantidad tal de estas cepas que son muy difícilmente agrupables dentro de un grupo con consistencia científica, De hecho, los datos establecen que hasta un 80 por ciento de los virus conocidos no se sabe, no hay secuencias que se conozcan de virus similares.
Por lo tanto, si aislamos un virus de un paciente, hay un 80 por ciento de probabilidades de que sea un virus desconocido, que sean virus completamente nuevos.
Además, en esta clasificación de la ICTV se reconocen cinco dominios o super reinos, que son los que enumeramos a continuación los dominios o reinos riboviria, duploDNAviria, variDNAviria, monoDNAviria y ADNAviria.
Como se puede observar escrito la palabra DNA en mayúsculas dentro de cada una de estas palabras, a pesar de que de forma estricta se debería escribir en minúscula, debido a que quiero resaltar que esta clasificación hace referencia en muchas ocasiones a la conocida como clasificación de Baltimore que nombraremos a continuación para finalizar y que clasifica a los virus de dependiendo del tipo de información genética que estos posean, que pueden ser ADN monocatenario, bicatenario, ARN, de modo que esta clasificación de la ICTV digamos que soportan de alguna forma o integra la clasificación de Baltimore.
Decir que dentro de estos dominios super reinos existen diez reinos.
Ya para finalizar, entraremos un poco en lo que se conoce como la clasificación de Baltimore, que agrupa a los virus en siete grupos, dependiendo de la estrategia que estos utilizan para transformar su material genético en ARN mensajero, que a su vez va a ser convertido en proteínas.
Existen, por lo tanto, siete grupos.
El primero de ellos serían virus de ADN bicatenario, ADN con doble cadena que se transformaría directamente a ARN mensajero.
El segundo grupo sería ADN monocatenario que se tendría que transformarse en un paso previo a ADN bicatenario para luego transformarse en ARN mensajero.
La tercera clase de Baltimore serían virus de ARN bicatenario que automáticamente se transformarían en ARN mensajero.
La clase cuatro serían de ARN monocatenario conocido como positivo que se transformaría a ARN negativo, esto hace referencia a la capacidad que tienen los ribosomas de leer directamente el ARN, en el caso positivo tendrían esa capacidad y en el caso negativo no.
Por lo tanto, esta clase de virus tiene un paso regulatorio intermedio que hace que se transcriba primero a ARN negativo y después ARN mensajero positivo ya leible por los ribosomas.
El grupo cinco de Baltimore serían virus de ARN monocatenario negativo que pasarían directamente ARN mensajero, es decir, a ARN positivo leible por los ribosomas.
El grupo seis serían ARN monocatenario, que requeriría una enzima llamada retrotranscriptasa que pasaría a ADN o ARN y a su vez a ADN bicatenario, lo que pasaría en un tercer paso ARN mensajero positivo.
El grupo siete también utilizaría la retrotranscriptasa, pero en este caso partirían de ADN bicatenario que pasaría directamente a ARN Mensajero.
Como se puede apreciar, esta clasificación es bastante compleja y agrupa toda una serie de estrategias diferentes que utilizan los virus para pasar su información genética a ARN mensajero, que a su vez va a ser leído por los ribosomas para transformarse en proteínas y poder, digamos, finalizar el ciclo, el ciclo vírico, la infección viral.